Addison y Jane ya se encontraban en el partido. También estaba Lonnie, acompañada de Evie y Mal. Audrey estaba abajo con el equipo de animadoras, ya que era la capitana.
El estadio estaba lleno de emoción, con los gritos del público resonando en el aire. Addison, sin embargo, estaba algo aburrida de ver el juego. Nunca había sido una gran fanática de los deportes, y el constante bullicio le provocaba dolor de cabeza. Pero eso no le importaba. Había prometido a los chicos que estaría allí para apoyarlos, y no pensaba romper su promesa.
Jay era quien más puntos anotaba para el equipo, y Addison se sentía orgullosa de él. Verlo moverse con tanta seguridad en la cancha era impresionante. Finalmente, el equipo de Auradon ganó, y todo gracias a Carlos y Jay, quienes ayudaron a Ben a liderar la victoria. Jane y Addison saltaron emocionadas, felices por su escuela. Pero para Addison, lo más significativo era ver cómo los chicos se estaban adaptando a Auradon.
El narrador del partido felicitaba a los jugadores cuando, de repente, Ben tomó el micrófono. Addison sintió curiosidad. ¿Qué planeaba hacer su amigo?
—Atención, por favor. Hoy me gustaría decir algo —anunció Ben con voz firme.
El público se quedó en silencio. Todos lo miraban expectantes. Audrey, desde su lugar, frunció el ceño.
—¡Deme una M! —gritó Ben.
La multitud respondió con entusiasmo.
—¡M!
—¡Deme una A!
—¡A!
—¡Deme una L!
—¡L!
—¿Qué se forma?
—¡Mal! —gritaron todos.
El corazón de Addison se detuvo un instante. Sus ojos se abrieron con sorpresa.
—Te amo, Mal. ¿No te lo había dicho antes? —dijo Ben, con una gran sonrisa.
Los gritos de celebración llenaron el estadio. Addison lo miró, después a sus amigas. Jane tenía la misma expresión de asombro que ella, mientras que Evie y Lonnie celebraban emocionadas. Pero Addison no podía estar de acuerdo con esto. Algo en su pecho se revolvía de incomodidad.
Se suponía que Ben estaba con Audrey. Si él amaba a Mal… ¿esto significaba que le había sido infiel a Audrey? Addison nunca había tolerado la infidelidad, y aunque Ben fuera su mejor amigo, no pensaba apoyarlo en esto. Pero entonces, un pensamiento cruzó su mente: si Audrey ya no estaba con Ben, eso significaba que ahora estaba soltera… Tal vez, si se esforzaba, podría tener una oportunidad con ella.
Sin darle tiempo a reaccionar, Ben comenzó a cantar y bailar junto con su equipo. La música comenzó a sonar por los altavoces del estadio. Una canción dedicada a la chica que, al parecer, le había robado el corazón. Addison se mantuvo seria mientras Jane le apretaba la mano.
Did I mention that I'm in love with you?
And did I mention there's nothing I can do?
And did I happen to say
I dream of you every day?
Well, let me shout it out loud
If that's okayEl público comenzó a aplaudir al ritmo de la canción.
I met this girl that rocked my world
Like it's never been rocked
And now I'm living just for her
And I won't ever stopLa escena parecía sacada de una película. Ben sonreía, Mal lo miraba sorprendida, y el equipo de Auradon celebraba con energía. Addison, en cambio, solo podía pensar en Audrey.
Cuando la música terminó, Ben se acercó a Mal, colocándose justo frente a ella.
—Te amo, Mal. ¿No te lo había dicho? —repitió con la misma intensidad.
Addison sintió un escalofrío. No podía creer lo que estaba presenciando.
Entonces, Audrey apareció junto a Chad. Su expresión era dura, pero su mirada estaba llena de orgullo. Antes de que Addison pudiera acercarse a hablar con ella, Audrey tomó el micrófono con decisión.
—Chad es mi novio ahora. Iré a la coronación con él.
El corazón de Addison se rompió en ese instante.
Por alguna razón, había guardado la esperanza de que, al estar soltera, Audrey pudiera verla de una forma diferente. Pero ahora entendía que nunca había tenido una oportunidad real. Y lo peor de todo era que había elegido a Chad. ¿Por qué? De todas las personas, ¿por qué a él?
Miró a la pareja y vio cómo se besaban. Addison sintió una punzada de enojo y tristeza. Jane, al notar su expresión, tomó sus manos y la obligó a mirarla. No quería que su amiga llorara por alguien como Audrey.
Ben, ignorando lo que acababa de ocurrir, recuperó el micrófono.
—Oye, Mal, ¿irías a la coronación conmigo?
—¡Sí! —gritó ella, emocionada.
—¡Dijo que sí! —exclamó Ben con felicidad.
Addison apartó la mirada de la escena. Audrey se marchó con Chad, y Addison la observó con nostalgia. Pero al girar la cabeza, se encontró con la mirada de Evie. Su amiga tenía la misma expresión de tristeza.
—Vamos, Ben, todo el equipo te espera —llamó Jay, llevándoselo de vuelta al campo.
Mal aún no podía creer lo que había sucedido. Su sonrisa lo decía todo. Addison, en cambio, sentía un nudo en el pecho. Se acercó a Evie, quien levantó la cabeza al verla y trató de sonreír.
—No lo hagas. Si estás triste, demuéstralo —dijo Addison en voz baja.
Evie dejó caer su sonrisa y bajó la mirada. Sus ojos, usualmente brillantes, ahora estaban apagados.
—Sabes… me da pena Audrey —confesó Addison, sintiendo su voz temblar.
—¿En serio?
—Tal vez si fuera talentosa como tú e hiciera las cosas que haces, no necesitaría un príncipe para ser feliz.
Evie le dedicó una pequeña sonrisa.
—Gracias… Pero, ¿tú estás bien?
—Claro —mintió Addison.
Ambas se quedaron en silencio por unos momentos. Luego, desviaron la vista hacia el equipo, que sostenía un gran trofeo.
El partido había terminado, y Addison intentaba sonreír, aunque sus ojos no podían ocultar sus lágrimas. Estaba claro que Audrey solo la veía como una amiga. Entonces, ¿por qué la trataba de esa manera?
Suspiró y se abrazó a sí misma. Tal vez algún día dejaría de doler.

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Entre La Corona Y El Mar
FantasyAddison Rose Maris Montclair, hija de Ariel y Eric, creció protegida tras ser secuestrada por Úrsula. Sus únicos amigos eran Ben, el futuro rey de Auradon, y Jane, hija del Hada Madrina. Pero cuando sus padres deciden enviarla a Auradon para hacer n...