25. Pakistán II

2.8K 218 149
                                        

Capítulo 25

Pakistán II

Meto un último chocolate en el pequeño bolso que llevo conmigo, y me abrocho los cordones de la zapatilla. Fue todo un auténtico detalle que, a parte de una caja de tampones, aparecieran con tres tabletas de chocolate y varios bombones.

No sé aún de cuál de los dos fue la idea, o si tal vez lo ideara Ana, la hermana pequeña del youtuber con la que siempre he tenido muy buena relación, y que me consta ha educado a su hermano mayor en cómo tratar a las mujeres. Una lástima que no todos tengan a una Ana en su vida, porque sin ninguna duda, les haría falta.

Por la mañana, nos hemos pasado horas entre las telas, fábricas de diferente índole y un par de ríos contaminados. Plex se ha levantado hoy modo quiero grabar algo más estilo documental y eso es lo que hemos hecho.

He de decir también, que he estado yendo a rastras la mayoría del tiempo. Aunque estemos en época de ramadán, me he informado con internet y Jopa datos, y las mujeres pueden comer cuando quieran si están con la regla. Técnicamente nadie me va a juzgar si como, pero me da bastante vergüenza que todo el grupo se tenga que parar para que yo coma.

Así que estoy sobreviviendo con dátiles, agua con electrolitos y chocolate. Dentro de lo malo, no es lo peor.

En cuanto a los vídeos, ya nos hemos decidido a que Kruffy venga. Otro de los puntos de realidad a los que llegamos ayer mientras insultaba a mis ovarios en la taza del váter, fue que si nos poníamos malos no íbamos a poder sacar vídeo. Y la triste realidad, es que seguro que enfermamos.

Antes o después acabará pasando. Así que mejor prevenir que curar, nunca mejor dicho.

—¿Vas a entrar?—Borja me echa un vistazo de arriba abajo.

Estamos acompañando a los guías a una mezquita que queda al lado del hotel. Sin embargo, las mujeres tienen que ir por otro lado, y no me hace ningún tipo de ilusión quedarme sola en un sitio que no conozco donde no hablan inglés. Menos teniendo en cuenta que me encuentro como si me hubiera pasado un camión por encima y luego hubiera dado marcha atrás.

Cinco veces.

Puta regla.

—No. Os espero aquí.—hay un banco perfectamente colocado mirando a la mezquita. Y ahí es donde pienso pasar un muy buen rato hablando con Lili y con mis hermanos.

Bueno, también le voy a preguntar a Ana si les dio a los chicos la idea de los chocolates o fue invención propia. Tengo curiosidad, ¿Qué le hago?

—Me quedo contigo.—Adri se deja caer a mi lado en las tablas de madera.—¿Le estás hablando a Ana?—no me he dado cuenta de que esta cotilleando mis mensajes.—¿¡Se puede ser más paranoica?!

Nuestras risas atraen la mirada de unos cuantos curiosos. Tal vez deberíamos bajar dos tonos y no gritar enfrente de un templo religioso.

De hecho, eso sería una genial idea.

—Tenía que saberlo, ¿vale?—en este punto debería saber ya con quien está tratando.

—Te lo digo yo: fue idea de los dos.—levanto las cejas con incredulidad. Vamos, no sé cómo se piensa que me voy a tragar esa mentira.—Que me parta un rayo si no es así.

—Ten cuidado con lo que dices, Iglesias, que todavía te quedas aquí hecho chamusquina.—me estoy imaginando la situación como si fueran unos dibujos animados.

—Hazte caso, Ali.—pero solo hasta que Ana me confirme que ha sido solo idea suya.—¿Cómo estas ahora?

—Pues bastante mareada, no te voy a mentir. Entre el dolor, el calor, el cansancio. No quiero mencionarlo mucho, pero el mundo da más vueltas que nosotros alrededor de él. —bebo un trago más de agua en un intento por refrescarme.

Cien Noches | YosoyPlex y AdridobylusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora