Desde que fue dejado en un orfanato por Albus Dumbledore, desde ahí fue que el destino cambio su rumbo.
Fue adoptado por los Dursley, Petunia y Vernon Dursley, y ahora era el hermano adoptivo de Dudley Dursley. Pero preferían llevarse como primos...
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—¿Que hacemos? No encuentro nada divertido en esta mansión, es solo una cocina, una sala, habitaciones y más habitaciónes. Parece un pasillo sin fin, a decir verdad.
Dudley se acercó más al azabache, susurrándole unas palabras al oido;
—Mientras tu te la pasabas ahí coqueteando con Malfoy, yo estuve explorando la mansión. Y encontré algo como un... Laboratorio lleno de botellas con liquido de colores.
—¿Algo como pociones?
—Exacto, además creo que había unos papeles que seguro y dicen de que tratan cada una de esas cosas. Solo tengamos cuidado.
—Dud, somos las personas más cuidadosas del universo, sabemos cómo tratar este tipo de cosas. Somos expertos.
—Exacto Harry, somos las mejores personas.
Ambos se dieron una mirada, sabiendo claramente que estaban mintiendo en sus propias caras; eran las peores personas para estar en un laboratorio lleno de sustancias que pueden explotar.
Aunque, bueno, son Harry y Dudley Dursley.
Era obvio que iba a pasar algo en su estadía en la mansión.
—Dud, pásame esa violeta.
—Aquí en este papel dice que es un...¿Bomboum minium? Ni idea de que quiera decir, ya fue, mételo.
—¿Que el rubio te la mete? Obvio.
—Dud, deberías dejar de ser un cerdo en estos momentos.
—Ok, ok, ya, ya. ¿Le meto todo el recipiente?
—....Supongo que sí.
El líquido morado fue vertido dentro del "bowl" (en realidad es un caldero, pero ellos no lo saben) que ya estaba lleno de distintas pociones, tienen una suerte bárbara; aún no había explotado.
Hablé demasiado rápido.
El lugar ya estaba llendo de humo para cuando quisieron darse cuenta, sus ropas estaban manchadas por líquido color mohoso, y las ventanas igual. La puerta de la habitación estaba literalmente al otro lado del pasillo. El ruido que se escuchó fue algo parecido a un horno explotando.
—¿¡CHICOS!? ¿¡QUÉ FUE ESO!?
El gritó de James más sus pasos subiendo por la escalera y corriendo por el pasillo, fue escuchado por ambos adolescentes. Que ya no sabían si reír o aceptar la estupidez que hicieron.
Claramente iban a hacer ambas.
—¿Están bien?
—.....PFFFT JAJAJA.
Sus risas hicieron que el adulto azabache se confundiera aún más, al menos pudo darse un respiro al ver que los dos estaban bien. No se habían lastimado y estaban sanos y salvos.