Desde que fue dejado en un orfanato por Albus Dumbledore, desde ahí fue que el destino cambio su rumbo.
Fue adoptado por los Dursley, Petunia y Vernon Dursley, y ahora era el hermano adoptivo de Dudley Dursley. Pero preferían llevarse como primos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Eso fue impresionante, Harry, no puedo creer que te hayas agarrado a los golpes con el rubio ese. Creo que le acomodarte las ideas y hasta el agua oxigenada en el pelo.
Claro, los chistes malos de Dudley no iban a tardar en llegar. La vuelta desde el ministerio hacia la mansión había sido algo callada, Harry estaba lo suficientemente perdido en sus pensamientos como para no darle la suficiente atención a lo que sea que estuvieran hablando.
Tom había tardado más de lo debido en el ministerio ya que se había puesto a castigar a sus mortífagos, torturandolos, dejando bien en claro que no debían meterse con su hijo o pagarían caro las consecuencias.
Y Dudley, seguía pensando en aquel chico de ojos color bosque, cabello rubio y algo regordete. Podía adivinar que le gustaban las plantas, y seguro que cuando llegaran a la casa le iba a preguntar a James para obtener más información sobre ¿"Neville"?
—Dud, no estoy de humor...
Su ceño fruncido y ojos perdidos demostró que no estaba para bromas, se sentía algo decaído por lo que toda esa gente deprimente (les dice así por sus ropas negras y neutras) había dicho de el.
Y eso era extraño, ya que Harry no es una persona que se deje llevar por lo que piensan los demás de él. Y eso define la persona que és.
—Harry... Nunca me dijiste que fue lo que realmente dijeron de ti, solo me dijiste algo sobre "locos emos" y "rubio estúpido". Y créeme, ni si quiera la persona más inteligente del mundo podría entender lo que dijiste en código morse.
—No se como decirte Dud, no tengo animos para hablar ahora mismo.
—Esta bien, cuando estés listo sabes que puedes contarme, mientras tú te debates en tu mente sobre como te sientes, yo solo me quedaré aquí. Esperando a que te sientas cómodo para hablar.
—¿Y si nunca me siento cómodo?
—Entonces me quedaré aquí sin importar. Harry, siempre puedes contar conmigo para lo que sea, si no quieres que esté aquí igualmente me quedaré ¿Sabes? Soy tu hermano, no de sangre, pero si de corazón.
Harry suspiro, sus labios rosaditos se curvaron en una pequeña sonrisa; cómo amaba a su primo.
—En serio, gracias Dud.
—No es nada, Harry, cuando te sientas cómodo puedes hablarme de lo que te molesta.
—Es que... Dijeron cosas que me hicieron sentir mal, se que aún no me creo que soy hijo de dos hombres o que la magia existe. Pero los estúpidos soldados emos que estaban ahí decían cosas como "Draco debería ser el heredero, es más poderoso" "Malfoy es mucho más poderoso que el muggle ese" "Deberíamos borrarle la memoria y regresarlo al mundo muggle, donde pertenece".
Aunque, la última sentencia sonaba más como un favor antes que como una amenaza.
—Harry, creo que te está haciendo mal relacionarte con todo este problema, te estás perdiendo. Tu jamás, ¿Me escuchas? JAMAS te dejes llevar por lo que digan los demás, tu sabes de lo que eres capaz y de lo que no. No necesitas que los demás te prueben lo contrario, eres fuerte, genial y una gran persona, cualidades que Malfoy no tiene.
