Desde que fue dejado en un orfanato por Albus Dumbledore, desde ahí fue que el destino cambio su rumbo.
Fue adoptado por los Dursley, Petunia y Vernon Dursley, y ahora era el hermano adoptivo de Dudley Dursley. Pero preferían llevarse como primos...
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Más en la tarde, Harry no podía sacarse de la cabeza el enfrentamiento que tuvo con aquel rubio. Si, "aquel rubio, ya que no recordaba su nombre y tampoco estaba verdaderamente interesado en preguntarle.
Para el, era un poco incómodo estar en aquella casa. Dudley la estaba pasando a toda madre, visitando pasillos y algunas habitaciones que le parecían interesantes.
—Harry, ¿Puedes venir un momento?
El tono de voz de James lo saco de su cabeza, el castaño de ojos cafés estaba en la cocina de la gran casa; cocinando algunas galletas.
—Si, ¿Qué pasa James?
—¿Puedes probar una? Se que si le pido a Tom que las pruebe me dirá que están deliciosas solo porque me quiere mucho, por eso necesito una opinión sincera. De una tercera persona.
—Oh, claro, encantado.
Una pequeña sonrisa se formó en sus labios, agarró una galleta de la bandeja y la probó; estaban deliciosas. Pero se sentían un poco secas, necesitaban algo que les diera sabor.
Antes de hablar, tragó la galleta.
—Realmente están deliciosas, James, pero necesitan algo como chispas de chocolate o algún relleno. Sino, se sienten secas y aburridas.
James se mostró pensativo, pero sonrió a su dirección.
—Bien, muchas gracias Harry, mientras les agrego algo a las otras que estoy haciendo ¿Te molestaría mantener una charla conmigo? Ya sabes...
—No te preocupes, no me molesta ¿De que te gustaría hablar?
El adulto agarró el cucharón para revolver la masa, moviendola con fuerza por dentro del bowl.
—De lo que te gusta; tus intereses, Hobbys, etc.
—Espero no aburrirte...
Harry, desde niño, estaba algo acostumbrado a no hablar de lo que le gusta; si, una de esas cualidades era salir de fiesta cada que podía. Pero le gustaban muchas más cosas que solo salir a beber y al otro día tener resaca. Y sentía que si hablaba de otras cosas aburriría a la gente.
—¿Aburrirme? No Harry, tu solo habla, me gustaría saber más de ti.
Soltó una pequeña carcajada.
—Bien, me gusta hacer duelos con la gente. Peleas, cuerpo a cuerpo. Es divertido ver las tácticas de tu contrincante y ver cómo le afectan las tuyas. Si el otro es mejor que tú, debes entrenar más con el para poder aprender y superarte a ti mismo. Me encanta porque no se trata de quién es mejor, se trata de quién puede defenderse mejor y enseñarles sus tácticas a los demás. Se que no es algo divertido ya que no tiene competitidad, pero a mí me gusta.
—¿Sabes? Yo en mi época de estudiante sabía pelear contra mis amigos, era muy divertido. Más que todo enseñarle a Peter.