Desde que fue dejado en un orfanato por Albus Dumbledore, desde ahí fue que el destino cambio su rumbo.
Fue adoptado por los Dursley, Petunia y Vernon Dursley, y ahora era el hermano adoptivo de Dudley Dursley. Pero preferían llevarse como primos...
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Habían pasado varios días desde que habían pisado el mundo mágico, Harry se sentía algo discolocado.
No habían salido más de fiesta durante una semana, se sentian... Raros. No sabían cómo describir era extraña sensación que recorría cada una de sus venas.
—Lo raro, es que no te hayan mandado un mensaje o algo asi.
—A veces olvidó que todavía eres Dudley Dursley.
—¿A qué te refieres?
—Digo que eres un estúpido aunque a veces se te escapa algún dato inteligente.
—Ahs, maldito miope.
—Cerdo.
El silencio se instaló en la habitación, Petunia había salido a tomar té con unas amigas que eran esposas de los compañeros de Vernon. El cual se encontraba trabajando.
—¿Y si salimos?
—¿A dónde?
—Solo salgamos, luego vemos a dónde vamos.
—¿Qué me pongo?
—Harry, eres una maldita diva. Por dios.
La risa del azabache contagió al castaño casi rubio. Sus risas llenaron el aire.
—Vamonos ya, que tengo ganas de salir de esta casa. Parezco un maldito fugitivo que se esconde de la policia.
—Y en realidad solo estamos intentando escondernos de los fenómenos esos.
—Deberias tener más respeto, son tus padres.
—Yo hablaba por el rubio ese guapo.
—¿Y si te está escuchando?
—¡DUDLEY!
—¡HARRY!
Ambos largaron nuevamente las risas, aligerando el ambiente triston que había en el lugar.
—Bueno, ya vamonos.
[...]
🌙☄️☀️
[...]
Las calles de aquel pueblo estaban casi despobladas. La mayoría de la gente había salido de vacaciones a algún lugar, subiendo fotos a las redes sociales; presumiendo su costoso viaje.
—Esta muy aburrido aquí afuera. Deberíamos agarrar la moto de papá y salir a algún pueblo cercano.
—¿No te has preguntado por Ron y Hermione?
La pregunta del castaño interrumpió violentamente en el cerebro del azabache, se había olvidado completamente por sus amigos.
Aunque, ni si quiera sabía si llamarlos así.
—No realmente, en verdad no entendí muy bien lo que pasó esa noche en el antro. Pero lo que si se es que ellos sabian todo.