𝖣𝖺𝗋𝗄 𝖡𝗅𝗈𝗈𝖽 🪶🍷𝗄.𝗆

🍷𝔱𝔯𝔢𝔠𝔢

La nieve caía suavemente sobre las montañas, cubriendo todo con un manto blanco y silencioso. En medio de esta belleza helada, Park Dong Wook estaba encadenado a una roca, su cuerpo débil y exhausto.

No había día en que no pensara en su hijo, Jimin. La tristeza y la rabia se mezclaban en su corazón al recordar todas las malditas trampas que le habían puesto, el dolor y la humillación que había soportado solo por una maldita profecía que al final, su hijo había pagado.

Tenía que irse de allí. Tenía que encontrar una manera de escapar y reunirse con su hijo. Intentó moverse una vez más, pero las cadenas se lo impidieron. Se sintió frustrado y desesperado.

Justo en ese momento, se escucharon unos pasos en la nieve. Una mujer se acercó, su rostro cubierto por un capuchón. Park Dong Wook la miró con odio y cansancio, esperando que fuera otro de sus carceleros.

Pero la mujer se detuvo frente a él y sonrió.

─Hola, Park Dong Wook. ─dijo, su voz suave y melodiosa─ He estado esperando verte.

Park Dong Wook se sintió confundido. ¿Quién era esta mujer? ¿Qué quería de él? La miró con desconfianza, pero ella siguió sonriendo, como si supiera un secreto que él no conocía.

─¿Quién eres tú?

Ella con una sonrisa maligna. Camina a su alrededor para contar quién es ella.

─Es curioso cómo todos se olvidaron de mí. Supongo que fueron los años o tal vez que perdí la guerra de una manera tan humillante. ─ella lo mira y se quita la capucha, dejando ver su rostro─ Soy Miranda Kate. ¿No te acuerdas de mí?

Dong Wook frunce el ceño, sabe quien es esa mujer, sabe lo que hizo.

─Eres la bruja.

Ella suelta una risa que dio escalofríos.

─Si, esa misma. Supongo que todos han creído que estaba muerta, pero no fue tanto así. Verás... después de que todos me desterraron por lo que le pasó al rey Sun y a la reina Luna. Quedé atrapada en un limbo en el cual me costó salir. Pero cuando lo logré, habían pasado muchos años. Encarne en el cuerpo de una simple vampira la cual asesine en cuanto tuve la oportunidad. Crecí y aunque ya no tenía la magia que me hizo la más temida, aprendí el arte de la manipulación.

─¿Y qué rayos tengo que ver yo con todo eso? Mi hijo tampoco es como que te haya hecho algo.

─Claro que no han hecho nada. Tu hijo me cae bien, es un joven excelente. Pero por desgracia en su cuerpo encarnó la reina Luna.

Dong Wook frunció el ceño.

─¿De qué estás hablando?

─Ellos cuando los asesine, hicieron un hechizo que los llevó a reencarnar en otras vidas. Cuando lo hicieron, yo no pude estar ahí, pero ahora en este presente supe que Luna encarnó en un niño diluido. ─Miranda mira al Dong Wook con una sonrisa maliciosa─ Tu hijo con esa humana, tiene el poder de Luna. Pero no solo eso, tiene su bendición lo cual lo hace mejor.