Los días pasaron y la tensión entre Jennie y Lisa no hacía más que crecer. No hablaban de lo que había sucedido en el billar, pero la electricidad en el aire cada vez que se cruzaban era innegable. Lisa, como siempre, mantenía su actitud impasible, pero Jennie sabía que algo en ella se estaba quebrando.
Mientras tanto, la mansión Kim se preparaba para uno de los eventos más importantes del año: una gala benéfica organizada por la familia de Jennie. Era una de esas reuniones llenas de personas influyentes, vestidos lujosos y conversaciones llenas de falsedad.
Jennie no estaba emocionada por la fiesta en sí, sino por ver a Lisa fuera de su uniforme. Su madre había tomado la iniciativa de encargarle un traje a la medida, asegurándose de que Lisa luciera impecable. Y vaya que lo logró.
Cuando Lisa bajó las escaleras esa noche, Jennie sintió que el aire se le atascaba en la garganta.
Lisa llevaba un traje negro de corte perfecto, con la camisa blanca ajustada a su figura y la corbata ligeramente floja. Su cabello estaba peinado con un poco más de cuidado del habitual, pero aún con ese toque desenfadado que la caracterizaba. No llevaba su expresión rígida de siempre, pero sí esa mirada fría e intimidante que la hacía destacar entre la multitud.
Jennie tragó saliva, tratando de mantener la compostura.
—Vaya, Lisa... —comentó la madre de Jennie con una sonrisa satisfecha—. Te ves espectacular.
Lisa simplemente asintió.
—Gracias, señora Kim.
Jennie no dijo nada, pero sus ojos recorrieron la figura de Lisa con descaro.
El evento comenzó y, como era de esperarse, Jennie fue arrastrada de un lado a otro por sus padres para saludar a empresarios y personas influyentes. Lisa, por otro lado, se mantuvo cerca al inicio, pero cuando los señores Kim se retiraron a sus asuntos, Jennie aprovechó para reunirse con sus amigas.
Fue entonces cuando ocurrió.
Lisa, ahora sola, se apoyó contra la barra con un vaso de whisky en la mano. No era muy fan de ese tipo de eventos, pero la bebida al menos hacía más llevadera la velada.
—No esperaba verte aquí sin uniforme.
Lisa giró el rostro y se encontró con Bae Joohyun.
Joohyun, la hija de Tiffany Bae, una de las empresarias más importantes del país, y también la chica que Jennie más odiaba.
—Sorpresa —respondió Lisa sin mucho interés.
Joohyun sonrió con coquetería y se acercó más, dejando apenas unos centímetros entre ellas.
—Te ves increíble con ese traje. No sabía que el General Lalisa Manobal podía verse tan... atractiva.
Lisa bebió un sorbo de su whisky, sin notar la intención detrás de sus palabras.
—Solo estoy haciendo mi trabajo.
Joohyun inclinó la cabeza, jugando con su copa de vino.
—¿Trabajo? ¿Cuidar a Jennie? Qué desperdicio, alguien como tú debería estar disfrutando la vida, no atada a una niña mimada que no sabe lo que quiere.
Lisa entrecerró los ojos ligeramente, ahora sí prestando atención.
—No hables de cosas que no entiendes.
Joohyun rió suavemente y apoyó una mano en el brazo de Lisa.
—Tranquila, General. No quiero pelear, solo me pregunto... ¿qué harás cuando Jennie se aburra de este jueguito y vuelva con su novio Sehun? Porque lo hará, eso es lo que siempre hace.

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Mr. General | JenLisa
FanfictionJennie, una joven egocéntrica y rica, se ve obligada a compartir su vida con Lisa, la implacable y fría militar y ahora su guardaespaldas asignada por sus padres. A medida que la protección se convierte en un juego peligroso de atracción y deseo, a...