Lisa había pasado demasiado tiempo resistiendo. Demasiado tiempo dejando que Jennie llevara la delantera, provocándola, empujándola al borde del colapso.
Pero ya no más.
Si Jennie quería jugar, entonces Lisa también jugaría.
Pero lo haría a su manera.
Ese día, Jennie se encontró con una Lisa completamente diferente.
Fría. Distante.
Pero no como antes, cuando intentaba ignorarla.
No, esta vez era diferente.
Lisa no solo la ignoraba... ahora parecía disfrutar de hacerlo.
Durante el trayecto a la universidad, Jennie trató de hacerla hablar, pero Lisa apenas le respondía con monosílabos.
Cuando llegaron, Jennie intentó despedirse con su típico "Nos vemos luego, Mr. General", pero Lisa ni siquiera la miró.
Se quedó junto al auto, con los brazos cruzados, mirando hacia otro lado como si Jennie no existiera.
Jennie frunció el ceño.
Esto no le gustaba.
Nada.
Durante las clases, Jennie se encontró distraída.
¿Lisa estaba enojada? ¿O simplemente estaba haciéndola pagar por lo de anoche?
Sus amigas notaron su inquietud y Jisoo la miró con sospecha.
—Jennie, ¿por qué estás tan rara?
—No estoy rara. —Bufó, removiéndose en su asiento.
Rosé levantó una ceja.
—¿Tiene algo que ver con tu sexy guardaespaldas?
Jennie sintió su estómago revolverse.
—¡No!
—Oh, definitivamente sí. —Jisoo sonrió de lado.
Jennie rodó los ojos y volvió su atención al frente.
No iba a admitir nada.
Pero su maldita curiosidad la estaba matando.
Cuando llegó la hora del almuerzo, Jennie se dirigió a la cafetería con sus amigas, esperando ver a Lisa en su lugar habitual cerca de la entrada.
Pero Lisa no estaba ahí.
Jennie frunció el ceño y miró alrededor.
Y entonces la vio.
Ahí estaba Lisa, en una de las mesas al aire libre, conversando con...
Jennie sintió un escalofrío recorrerle la espalda.
Era la misma profesora coqueta del otro día.
Jennie se detuvo en seco, su mandíbula apretándose involuntariamente.
Lisa estaba sonriendo.
No la sonrisa burlona que solía dirigirle a Jennie.
No.
Era una sonrisa tranquila, relajada.
Y la profesora se inclinaba un poco más de lo necesario, tocando el brazo de Lisa de vez en cuando mientras hablaban.
Jennie sintió un ardor extraño en el pecho.
Algo parecido a la rabia.
¿Así quería jugar Lisa?

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Mr. General | JenLisa
FanfictionJennie, una joven egocéntrica y rica, se ve obligada a compartir su vida con Lisa, la implacable y fría militar y ahora su guardaespaldas asignada por sus padres. A medida que la protección se convierte en un juego peligroso de atracción y deseo, a...