Cien Noches | YosoyPlex y Adridobylus

24. Pakistán

Capítulo 24
Pakistán

—En mi vida fuiste turista.—lo mejor que he podido hacer ha sido pagar spotify premium. En el avión escuchando el nuevo disco de Bad Bunny, me siento la protagonista de una película.

Estamos por llegar, pues el avión empieza a descender. Es mi señal para ir al cuarto de baño a cambiarme de ropa.

En ningún país he tenido problema por mi forma de vestir, pero aquí hasta a los chicos les han recomendado que se cubran más. Por suerte llevo una falda larga y una camiseta suelta que hacen un outfit pasable.

Gracias a la Alicia que hizo la maleta por contemplar todo tipo de situaciones.

A mi lado, Dani duerme tranquilamente. El pobre se pasó unas cuantas horas de más subiendo el vídeo y organizando los siguientes destinos con la señora Bou.

Al habernos retrasado, se nos han desordenado un par de vuelos.

Saltando por encima del cuerpo del youtuber, hago mi camino hasta el cubículo con la mochila donde he dejado la ropa preparada. Normalmente me gusta ir cómoda en los vuelos, salvo que sean de una hora, que entonces ni me molesto.

El reflejo me recibe en el pequeño espejo del baño. Tengo las mejillas tostadas por el sol, y el pelo un poco más claro.

Sólo han pasado diez días y ya son notorios los cambios. He perdido algo de peso, porque mal comemos la mayoría de las veces, pero tampoco me molesta.

Siempre he sido la definición de normal: la hermana normal, la estudiante normal, la amiga normal.

Mi cuerpo también ha sido siempre normal. Que alguien se fije en mí, es algo nuevo.

Sigo sin saber qué es lo que ve Dani en mí. Porque elijo creer que todo este tira y afloja que tenemos sigue siendo igual de mutuo que hace meses. Espero que no lo esté haciendo por costumbre y que haya pasado ya página en nuestra historia.

Más que nada, porque ahora que Adri no está mezclado en mis sentimientos, puedo valorar realmente lo mucho que me gusta Plex. Es atento, cuidadoso, lo justo de cariñoso y vacilón, me hace reír...

Sobre todo, me hace sentirme vista. En una habitación, si entro, sé que él va a escuchar lo que tenga que decir. Y aunque no esté delante, es capaz de ponerse en mi lugar a la perfección.

El cosquilleo en el estómago de una turbulencia, me devuelve a la realidad. Me he perdido en los cerros de Úbeda.

Cambiada, y a punto de sentarme de nuevo, mi lista de prioridades ha cambiado. En primer lugar, llamar a mis hermanos. En segundo, editar para que no me echen del trabajo. En tercero, averiguar qué es lo que piensa Plex de mi disimuladamente. Y en último, seguir editando porque no nos da la vida.

—¿Sabías que Pakistán es uno de los países que menos gente recibe?—Plex se ha levantado ya, desabrochándose el cinturón de seguridad para dejarme pasar.

Con lo que me gusta a mi saltarle por encima.

Debería lavarme la mente con lejía.

—Justo estaba escuchando Turista.—me río enseñándole la canción en la pantalla de mi móvil. Una foto de fondo de pantalla mía y mis hermanos muestra la hora.

—Temazo.

Si es.

—De todas formas estoy tranquila, porque si me pasa algo sé que entre los cuatro me defenderíais.—le doy un puño en el hombro.

La tela suave de su camiseta negra me hace cosquillas.

—No te lo crees ni tú, AliAli.—le hago un puchero.—Bueno si me lo pides así igual si.—sus ojos oscuros se ven color caramelo por el reflejo de la luz.