El viaje de regreso a casa fue tranquilo. Charlie conducía en silencio, solo de vez en cuando echaba un vistazo de reojo a Bella, como si aún no terminara de creerse que su hija estaba ahí, a salvo.
—Tienes que tener más cuidado, Bells —dijo finalmente, rompiendo el silencio—. No es normal que te caigas de la cama y termines en el hospital.
Bella (Teresa) suspiró, sin saber qué responder. No podía decirle que había tenido una pesadilla con un trato que no recordaba haber hecho, ni que Alice Cullen había prometido su transformación a un vampiro de ojos rojos.
—Lo intentaré, papá —dijo simplemente.
Charlie bufó con una pequeña sonrisa.
—Eso dijiste la última vez que te metiste en problemas.
Al llegar a casa, Charlie insistió en que ella debía descansar, pero antes de irse a dormir, le preparó una cena rápida: un plato de sopa caliente y un sándwich.
—Tienes que reponer fuerzas —le dijo, dejándole la comida en la mesa—. Además, en dos días vuelves al instituto.
Bella parpadeó, sorprendida.
—¿Tan pronto?
—Faltaste casi una semana —Charlie se cruzó de brazos—. No quiero que te atrases en tus estudios. Así que, te pongas las pilas o no, vas a tener que reponer lo que perdiste.
Bella no pudo evitar rodar los ojos con una pequeña sonrisa. Había algo reconfortante en la manera en que Charlie la trataba. No le exigía más de lo necesario, no la sofocaba con preocupaciones... Solo quería que ella estuviera bien.
—Está bien, papá. Me pondré al día.
Charlie asintió, satisfecho.
—Bien. Ahora, come y descansa.
Bella obedeció, aunque su mente seguía inquieta. Aún no entendía bien su nueva vida ni el caos que la rodeaba, pero si algo tenía claro era que haría lo posible por vivir en paz... Aunque, con los Cullen y los Volturi rondándola, no estaba segura de cuánto tiempo podría lograrlo.
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Al día siguiente, Bella (Teresa) se encontraba en el asiento del copiloto mientras Charlie conducía por Forks. La tarde estaba gris, con nubes espesas que amenazaban con lluvia. Charlie había insistido en acompañarla a casa de Angela Weber para recoger los apuntes que había perdido durante su ausencia.
—No tienes que escoltarme, papá —protestó Bella con una leve sonrisa.
—No es escolta, solo una vuelta rápida —respondió Charlie, sin apartar la vista del camino—. Además, después de lo que pasó, prefiero asegurarme de que no tropieces con el aire o algo así.
Bella soltó una carcajada.
—Eso fue cruel.
Charlie sonrió apenas, pero su expresión aún reflejaba una sutil preocupación. Bella lo notó, pero decidió no decir nada.
Cuando llegaron, Bella bajó del auto y caminó hasta la puerta de los Weber. No tuvo que tocar, porque Angela ya estaba esperándola en el porche con una carpeta en las manos.
—¡Bella! —exclamó con una sonrisa—. ¡Me alegra verte!
—Gracias, Angie —respondió Bella, aceptando la carpeta—. Eres un ángel, en serio.
—No hay problema. Pero dime... ¿qué te pasó? Estuviste fuera casi toda la semana.
Bella se mordió el labio. No podía decirle que había estado en Volterra con vampiros inmortales, ni que había regresado para encontrar su vida patas arriba.

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Renacer en otra piel [CREPÚSCULO]
Fantasy-En proceso de reescritura- Cuando Teresa Chávez muere a manos de Fernando, su historia debería haber terminado. Pero en ese mismo instante, en un lugar muy lejano, Bella Swan también fallece, consumida por la depresión tras el abandono de Edward Cu...