Dante
Estoy casi seguro de que Valentina puede sufrir un colapso ahora mismo. Mientras avanzamos hasta el lobby del hotel en el que nos hospedaremos, no ha dejado de mirar a su alrededor como si en vez de llegar a un hotel, estuviésemos llegando al mismísimo paraíso.
—¿Vamos a hospedarnos aquí? —inquiere en un susurro mientras atravesamos el lobby.
—Según la información que Carina nos dio...sí —respondo con una sonrisa ladeada.
El hotel al que hemos llegado es el mejor de la zona, Carina no tuvo mucho que ver en eso en realidad, me bastó una llamada a mi hermana para decirle que dejara en mis manos toda la organización, ella estaba feliz, claramente, pero no tenía intención alguna de revelárselo a Valentina.
Para mi estaba bien que siguiera pensando que Carina sigue detrás de todo esto.
Uno de los empleados encargados de llevar las maletas se acerca hasta nosotros, le entregamos las maletas y cuando nos dan las tarjetas para las habitaciones, avanzamos por los pasillos hasta el elevador.
Han pasado poco más de cuatro días desde que me han retirado la férula, y mi pierna parece estar recuperando la fuerza poco a poco. Aún tengo que sostenerme de las muletas, pero la libertad es mucho mayor.
Valentina no deja de mirar a nuestro alrededor, y no me pasa desapercibida la manera "discreta" en la que intenta tomar fotografías de cada rincón del hotel. Cuando las puertas del elevador se abren, un extenso pasillo nos conduce hasta la suite en la que nos hospedaremos.
Apenas colocamos la tarjeta en el escáner y la puerta se abre, Valentina suelta una exclamación que me hace reír.
—¡Es impresionante! —grita mientras avanza hasta el centro de la sala.
Un amplio salón nos recibe, hay una decoración temática de todos los personajes de Disney, pero es lo suficientemente sutil como para no hacernos sentir que estamos en una habitación infantil.
Hay un gran ventanal que nos ofrece una vista increíble del parque a lo lejos, según la información de internet, también podremos ver los fuegos artificiales desde aquí si así lo deseamos.
Hay un juego de muebles de terciopelo perfectamente acomodado frente a una inmensa pantalla.
—Esa es la habitación principal —señalo a un costado. —Está conectada a una habitación secundaria, así que podrás tener tu propio espacio. Puedes ocupar la que mejor se te acomode.
—¿Vas a dejarme la habitación principal? —inquiere con una sonrisa.
Me encojo de hombros —Da igual en realidad.
Valentina se ríe mientras recupera las maletas que el empleado ha dejado en el salón y cruza con rapidez hasta apoderarse de la habitación principal.
Recupero mis propias maletas, y trato de arreglármelas entre avanzar con el equipaje y no terminar de boca en el suelo por las muletas. Al final, consigo llegar a la habitación secundaria, es bastante más pequeña que la principal, con una cama matrimonial, un armario que estoy bastante seguro de que está inspirado en el cuento de la bella y la bestia, y un candelabro del que cuelgan faroles que le dan la iluminación necesaria al dormitorio.
Soy un hombre práctico así que he empacado solo lo necesario, por lo que no demoro mucho en terminar de escorar mi ropa dentro del armario. Estaremos en el parque un total de siete días. Había armado todo un itinerario que esperaba pudiera cumplirse sin inconvenientes, Carina había ayudado un poco en eso, así que me mantenía positivo.

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Un desastre llamado amor.(SL#6)
Teen FictionDante Lombardi lo tenía todo: una prometedora carrera, un futuro estable y la mujer con la que planeaba casarse... hasta que la encontró en la cama con su mejor amigo. Atrapado entre el orgullo y la rabia, tiene la certeza de que el amor no es más q...