🏎️ Cuando Thea Piastri se va de vacaciones a Italia con su hermano, no se imagina que serán en una casa llena de pilotos de fórmula uno, y lo más importante, que tendrá que compartir habitación con Lando Norris, con quien tiene una relación bas...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✶ THEA! 05 / 08 / 24
Tenía unas ganas increíbles de empezar estas vacaciones. Por fin, mi hermano estaba libre de carreras y nos íbamos a Italia, mi país favorito en todo el mundo.
Mi trabajo como profesora de guardería me obligaba prácticamente a quedarme en Australia y no poder ir a tantos países en tan poco tiempo como le pasaba a mi hermano Oscar, le tenía envidia (sana).
— ¿Aquí es? — cuestioné, cuando mi hermano y yo nos bajamos del taxi que nos había llevado desde el aeropuerto a la casa donde íbamos quedarnos un par de semanas.
Y mi tono no era de decepción, era de sorpresa.
Porque era una casa enorme para solo nosotros dos.
— Ah, es que se me olvidó contarte que... — empezó a decir mi hermano, pero la puerta del muro de la entrada se abrió, respondiendo por él.
— ¡Hola chicos! — gritó nada más que George Russell, con su novia, Carmen, al lado.
Al fondo pude ver que se acercaba también Alex Albon, con su novia Lily, y Carlos Sainz.
No tenía ni idea de que tendría que rodearme de pilotos de fórmula uno por medio mes.
Pero George, Carmen, Alex y Lily me caían muy bien. Solo tenían unos años más que yo pero yo los veía como unos padres. Y Carlos era como un hermano mayor.
— Algo me dice que Thea no tenía ni idea de que estábamos aquí — comentó Carmen con una sonrisa.
— No tenía ni idea, pero ha sido una sorpresa buena — contesté, acercándome para darle un abrazo a la pareja.
Después de saludar a ambos, dejé a Oscar hablando con ellos y me dirigí a la entrada de la casa, donde estaban charlando Lily, Alex y Carlos.
— ¡Thea! Menos mal que estás aquí, Carmen y yo necesitábamos más energía femenina — chilló Lily, abrazándome con fuerza, haciéndome reír.
— Me alegro de que estéis aquí las dos, no se que haría rodeada de estos animales — le respondí.
— Yo tampoco, seis chicos son mucho — suspiró la asiática cuando nos separamos.
Fruncí el ceño — ¿Seis?
— Ay no, no lo sabe — murmuró Carlos y Alex puso una mueca.
— Bueno... Lando está aquí, está dentro con Franco tomando algo — me informó Lily.
Lando y yo... vamos a decir que no nos llevábamos muy bien. Nunca supe muy bien cuál fue el principio de nuestro "odio" pero éramos incapaces de mantener una conversación normal sin gritarnos.