Desde que fue dejado en un orfanato por Albus Dumbledore, desde ahí fue que el destino cambio su rumbo.
Fue adoptado por los Dursley, Petunia y Vernon Dursley, y ahora era el hermano adoptivo de Dudley Dursley. Pero preferían llevarse como primos...
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—¿¡QUE CROUCH Y NOTT QUE!?
Él grito de Tom Riddle se dejó escuchar por toda la mansión, James lo jaló del brazo para que se sentará de nuevo en su lugar. Blaise y Pansy habían llegado con la noticia de que Hermione y Ron siempre supieron el paradero de Harry.
Y eso enfureció a Tom.
—Si, tío Tom.
Dijo Pansy, acercándose a una silla en frente de ambos adultos junto a Blaise. Claramente ambos estaban enojados, pero no iban a dejar que se fueran en contra de sus parejas.
—Voy a-
—Tu no vas a hacer nada, Thomas Marvolo Riddle.
El tono demandante y con fuerza del Potter interrumpió el ambiente, todos allí lo miraron perplejos. Nunca habían visto a James Potter más enojado que nunca.
—Debemos hablar con Draco, Ron y Hermione. No hay que alterarnos antes de tiempo, si ellos nos escondieron esto fue por una buena razón ¿Ok? No voy a enojarme con unos adolescentes.
—Como tu digas, tío James.
Y Pansy y Blaise se retiraron.
[🌙☄️☀️]
—Ron, quiero romperme la cabeza contra la mesa.
La chica tenía el cabello más crespado que de costumbre, producto del estrés. El sentimiento de angustia en sus pechos, ahora habían mandado todo por el retrete.
—Hermione, debemos inventar algo... Una mentira o-
—No Ronald, entiende que nada hará que ellos crean otra cosa. Me imagino como debe estar el tío James... Mis padres...
—Hermione, cálmate. Le hará daño al bebé.
La chica lo volteó a ver escandalizada, su cabello creciendo dos tallas más.
—¿¡Cuál bebé!?
—Ninguno tonta, solo bromeaba.
—Ron, grandísimo hijo de-
Su oración fue interrumpida por un estruendo, eso quería decir que Blaise y Pansy habían vuelto de la mansión Riddle-Potter. Y eso solo significaba problemas.
Pansy fue la primera en llegar, su mirada dura y postura exigente, dejando ver que no estaba para rodeos. A su lado, Blaise estaba con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre su pecho. Se podía notar que ambos estaban enojados.
Cuando Ron hizo el amago de hablar, Blaise lo calló rápidamente. El ambiente era denso e incómodo, simplemente siendo cortado por sus respiraciones.
—No digan nada, haremos unas preguntas y luego iremos donde los tíos.
—No, no iremos a ninguna parte. No tenemos nada que explicar.