Capítulo 23 - Final

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POV FREEN

Finalmente las jornadas de exámenes habían terminado en la universidad, al igual que la fecha de presentación para los trabajos y por ende, la pasantía en la empresa de la doctora Armstrong. El día antes a terminar el acuerdo apareció Engfa con un contrato para pasar a planta permanente; previa conversación con mi novia quien, tras escuchar mis quejas, aclaró que no lo hacía porque fuera su pareja sino porque realmente había superado las expectativas en el puesto y que la directiva en su totalidad había estado de acuerdo con mi contratación, siendo ella la única que obtenía cuádruple beneficio "me haces ganar dinero, tengo una excelente empleada bajo mis alas, evito que la capte la competencia y puedo follar cuando desee" fueron sus palabras exactas logrando hacernos reír a mi jefa y a mí.

Bajo el pretexto de querer "felicitarme" por haber terminado el año universitario y realmente buscando un poco de paz antes de la boda de sus padres a celebrarse en unas semanas, Rebecca me invitó a pasar dos semanas en Grecia junto a ella. Aunque me hubiera gustado que fuera con nosotras Thomas viajó a casa de sus abuelos a modo de vacaciones mientras nos encontrábamos fuera; por otro lado mi madre y mi hermano continuaban en la casa cercana a la nuestra, con gente de Rebecca encargados de facilitarles los traslados y ayudarles en lo que necesiten mientras nosotros no estuviésemos.

Comenzamos el recorrido en la zona peninsular, pasando por los monumentos históricos más importantes del lugar; para luego trasladarnos de a poco a algunas de las principales islas del archipiélago. Como era habitual en los viajes, tenía en mi novia a una guía turística privada que conocía a la perfección tanto la historia como los mejores lugares para recorrer y disfrutar en las ciudades, como aprovechar para relajarnos en la playa en las islas. Cuando llegamos a la isla de Santorini, en lugar de quedarnos en un hotel, bajamos al puerto donde la doctora Armstrong tenía un yate esperándonos; por lo que pude consultarle, fue su famoso regalo de cumpleaños que había mencionado previamente.

Si bien bajábamos del barco para cenar y recorrer la isla, como así también aprovechar las playas del lugar, debía admitir que disfrutaba poder estar solo con ella en la embarcación. Si bien, por lo que había podido ver y las propias palabras de la empresaria, la isla era tranquila a diferencia de otras; pero la realidad es que tener un poco más de privacidad solo para nosotras me fascinaba. Si Tommy hubiera estado con nosotros, no me hubiera molestado quedarme allí por un tiempo más. La paz y tranquilidad que teníamos ambas durante las vacaciones era algo que, sin dudas, añoraba cuando volvíamos a la rutina.

Conforme nos acercabamos a la fecha de regreso pude notar como Rebecca comenzaba a estresarse, seguramente ya con su mente en la inminente boda de sus padres a la cual debíamos asistir. Si bien la prensa ya no nos molestaba con la novedad de su matrimonio, la idea de asistir a un evento social tan grande no parecía agradarle demasiado y se mostraba reticente a que suceda. Hice lo posible por tratar de que olvidase que el evento se acercaba pero parecía inevitable para ella continuar relajándose al 100%.

En la última tarde Rebecca propuso salir a navegar para ver el atardecer desde el yate; a diferencia de otras veces, optó por conducir la embarcación ella misma, dándonos más privacidad a ambas. Navegamos hasta un punto donde se podía apreciar a la perfección la caída del sol sobre los acantilados de la isla; sentándonos en la proa del barco a disfrutar el espectáculo, con bocadillos y una champaña que mi novia había traído para nosotras. Podíamos vislumbrar la cantidad de personas observando el show, agradeciendo aún más la privacidad que el yate nos otorgaba para poder disfrutar el espectáculo que la naturaleza nos regalaría.

Cuando estaba por comenzar, me paré con la intención de acercarme más al borde del barco pero Rebecca me retuvo levantándose junto a mí. Me miraba intensamente, su rostro estaba serio logrando preocuparme - Freen - comenzó a hablar posicionándose frente a mí para tomar ambas manos - en mi vida he cometido miles de errores, lastimando a todos a mi alrededor y juro que si pudiera volver el tiempo atrás haría todo de nuevo solo para volver a encontrarte. Desde el día que te conocí has ocupado mi mente y mi corazón; me has amado y me has permitido amarte de una manera que jamás pensé ser capaz de sentir en mí, ni mucho menos merecedora de tenerlo. Mi único deseo desde el momento que entraste a mi vida es hacerte la mujer más feliz del mundo y estoy dispuesta a trabajar todos los días para asegurarme que lo seas.

Doctora Armstrong (FreenBecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora