11.- Parte de vivir.

8.3K 639 114
                                        


Dante

—¿Cómo se supone que vaya? —inquiero hacia mi padre —creo que sabes que no estoy en las mejores condiciones...

—Es justo por eso que estoy insistiendo en que vayas —Carina se cruza de brazos —te hará bien salir de casa por al menos una noche.

Ruedo los ojos al mismo tiempo que un suspiro sale de mis labios. No respondo, el silencio se extiende por la habitación lo que hace que escuche las risas de mis hermanos en la sala.

Parece ser que mi familia ha decidido que es buena idea venir de visita, así que toda tranquilidad que pudiera tener se ha esfumado.

Crecí en una familia numerosa, con siete hermanos mayores mi vida siempre estuvo llena de caos, no hay privacidad en lo absoluto, pero nunca me ha molestado en realidad, a pesar de lo que muchos pudieran considerar como un caos, más bien yo lo consideraba como unión familiar. Aunque en ocasiones como esta, desearía tener tan solo un poco más de espacio.

—Tu hermana tiene razón...

—Siempre la tengo —interrumpe ella —por lo que tienes que venir y no aceptaré un no por...

—Cari, ¿puedes dejarnos a solas un segundo? —mi padre la interrumpe, mi hermana lo observa con sorpresa. Estoy bastante seguro de que está dispuesta a debatir, pero papá habla de nuevo —por favor. Necesito hablar con tu hermano.

Sé que tiene toda la intención de oponerse, pero la forma en la que mi padre estrecha los ojos hacia ella, la detiene. Carina me mira, me señala con el índice y sonrío ante su advertencia silenciosa.

Cuando sale de la habitación, papá suelta una risa.

—Es igual a ti —mascullo.

—Sé que piensas que tu hermana es entrometida, pero solo está cuidando de ti. Lo sabes, ¿no?

Tomo una inhalación.

—Me contrató una enfermera.

—Si, bueno, creo que también tienes que admitir que eso no fue del todo una mala idea. A veces no viene mal que nos echen una mano.

Tomo una segunda inhalación.

—Escucha, hijo, sé que probablemente ahora lo que menos quieres es salir de casa pero necesitas hacerlo, no puedes pasarte todo el tiempo encerrado...

—No estoy encerrado —objeto.

—¿Cuándo fue la última vez que saliste de casa? —inquiere arqueando la ceja.

—No he salido porque no quiero —resoplo.

Mi padre permanece en silencio, papá es demasiado bueno consiguiendo que las personas pierdan la paciencia y cedan ante él, lo conozco bien como para saber que eso es justamente lo que están intentando.

Se acomoda contra el sillón y sonríe.

—Sabes perfectamente el porque no quiero acudir a la gala —respondo desviando la mirada —bastante tengo con los titulares como para aparecer en un evento en el que todo el mundo va a comenzar a cuestionarme. Tengo muchas cosas con las cuales lidiar como para sumarle una más.

Se incorpora, lo sigo con la mirada mientras se mueve por la habitación, el silencio se extiende entre nosotros y me siento cada vez más incómodo porque todos estos malditos sentimientos son nuevos para mí.

Se detiene frente a la ventana, observo como toma una inhalación antes de girarse hacia mí.

—Eso nunca ha significado un problema para ti —dice con calma —en realidad, creo que de todos mis hijos, eres a quien menos le importa. ¿Por qué es diferente ahora?

Un desastre llamado amor.(SL#6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora