El sol se filtraba por la ventana de la habitación de Tatsumi Isagi, iluminando el desorden de su escritorio lleno de libros y una pelota de fútbol gastada en el suelo.
El despertador sonaba con insistencia, pero él solo giró en la cama, cubriéndose con la sábana.
Anri: ¡Tatsumi, levántate! ¡Vas a llegar tarde a la escuela!
Un gruñido se escuchó desde la cama antes de que Tatsumi finalmente se sentara, despeinándose aún más su cabello negro.
Tatsumi: …Ya voy, ya voy.
Se levantó arrastrando los pies hasta la cocina, donde su madre ya tenía el desayuno listo.
Anri: ¿Listo para tu primer día en la nueva escuela?
Tatsumi se sentó a la mesa y comenzó a comer sin mucho entusiasmo.
Tatsumi: Supongo. No me emociona mucho empezar de cero otra vez.
Anri le sonrió mientras servía más café en su taza.
Anri: Es normal, pero seguro harás amigos rápido. Solo relájate y sé tú mismo.
Tatsumi asintió mientras terminaba su desayuno. Luego se levantó y fue directo al baño a ducharse.
Mientras el agua caliente caía sobre su cuerpo, pensaba en lo que le esperaba en la nueva escuela. Desde su mudanza reciente, no había tenido muchas oportunidades de socializar, y eso le molestaba un poco.
Después de vestirse con el uniforme escolar –camisa blanca, pantalón oscuro y una corbata roja–, se puso los zapatos en la entrada.
Fue entonces cuando lo vio.
Sobre un pequeño estante había una foto enmarcada.
Era una imagen de cuando era niño, junto a su madre y su padre, Yoichi Isagi.
Pero su rostro estaba tachado con una cruz roja dibujada con marcador.
Tatsumi se quedó en silencio, observando la foto.
No reaccionó con sorpresa.
No parecía ni confundido ni asustado.
Solo la miró en silencio por unos segundos, como si ya supiera que él mismo lo había hecho.
Sacudió la cabeza y se puso la mochila al hombro.
Tatsumi: Me voy, mamá.
Anri: ¡Cuídate y no causes problemas!
Tatsumi salió corriendo de la casa sin mirar atrás.
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El tren estaba abarrotado de estudiantes y oficinistas en su camino a la ciudad. Tatsumi iba de pie, mirando por la ventana, con los audífonos puestos.
El paisaje urbano pasaba a toda velocidad, pero su mente seguía en la foto que había visto.
No sabía por qué lo había hecho.
Pero tampoco se arrepentía.
Cuando el tren llegó a su destino, Tatsumi salió y se dirigió a su nueva escuela.
Al entrar al aula, sintió las miradas de algunos compañeros curiosos. El profesor lo notó y le hizo un gesto para que se presentara.
Tatsumi suspiró antes de hablar.
Tatsumi: Soy Tatsumi Isagi. Me acabo de mudar a esta ciudad, así que espero llevarme bien con ustedes.
Algunos alumnos murmuraron entre ellos, pero no parecían demasiado interesados. Tatsumi caminó hasta el fondo del salón y tomó asiento junto a la ventana.
Justo cuando estaba acomodándose, alguien le habló desde el asiento de al lado.
???: Oye, bienvenido.
Tatsumi volteó y vio a un chico de cabello castaño y ojos verdes sonriéndole con confianza.
???: Soy Joaquín. Un placer.
Tatsumi lo miró por un momento antes de responder.
Tatsumi: …Igualmente.
Joaquín apoyó la cabeza en su mano y sonrió.
Joaquín: No pareces muy emocionado por estar aquí.
Tatsumi suspiró.
Tatsumi: No es eso, solo que… me cuesta adaptarme a los cambios.
Joaquín lo miró con curiosidad, pero antes de que pudiera responder, el profesor comenzó la clase.
Tatsumi miró por la ventana, perdiéndose en sus pensamientos.
Algo dentro de él sentía que este nuevo lugar traería cambios importantes en su vida.
Pero lo que más le inquietaba era la foto en casa.
¿Por qué había tachado la cara de su padre?
CONTINUARÁ...
EL CAP DOS DE LA HISTORIA DE TATSUMI ESTA EN MI PERFIL COMO ISAGI X 2.0
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