Prejuicios y lealtades

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Luego de dejar a las chicas en su habitación, Addison se dirigió al jardín, donde se encontraban sus amigos. Mientras caminaba, pensaba en cómo podía acercarse a los VKs. No parecían ser malos chicos, solo estaban pagando por las malas decisiones de sus padres. Si bien estos no tenían justificación por cómo actuaron años atrás, eso no significaba que sus hijos no pudieran tener una oportunidad.

Dejó esos pensamientos de lado en cuanto llegó con sus amigos.

—Lamento la tardanza, tuve una pequeña charla con ambas chicas —dijo Addison.

Ben sonrió; le alegraba saber que Addison no juzgaba a los VKs y que intentaba comprenderlos. Jane, por su parte, aún sentía un poco de miedo. En realidad, todos estaban aterrados, pero al escuchar que Addison había hablado con ellas, sintió algo de tranquilidad. Tal vez no eran tan malos.

Audrey, en cambio, no estaba contenta. Todavía no olvidaba el hecho de que Addison la había humillado frente a ellos.

—¿Por qué lo hiciste? —preguntó Audrey.

Los tres la miraron y luego Ben y Jane volvieron la vista hacia Addison.

—¿Por qué hice qué? —preguntó, algo confundida.

—¿Por qué me humillaste así frente a ellos? ¿Acaso no somos amigas? —reclamó furiosa.

—Audrey, por favor… —intervino Ben con un tono calmado.

—No te metas, Ben.

—Si te refieres al hecho de que querías humillar a Evie, lo siento, pero no me arrepiento —respondió Addison tranquilamente. Lo último que quería era pelear con Audrey.

—Es hija de una villana.

—Y eso no significa que deba ser tratada así. Eso es horrible.

—Ni siquiera la conoces.

—Bueno, tú tampoco.

—Es mala.

—No lo creo. Al hablar con ella, me di cuenta de que es una chica dulce, no busca problemas.

—Addison, recapacita, no puedes ser su amiga.

—Ellos no hicieron nada, Audrey.

—Pero sus padres…

—Lo dijiste tú misma: sus padres. Ellos no tienen por qué pagar por los errores de sus progenitores. Además, si nos basamos en los hechos, la Reina Malvada se casó con el padre de Blancanieves, él murió y ella quedó como reina. Que sea una villana no le quita el título.

—Chicas, no peleen… —intervino Jane en un tono bajito.

—Dile a Addison que no debe ser amiga de los villanos.

—¿Se puede saber qué tienes en contra de ellos?

—Son malos.

—Eso no es razón suficiente.

—¿Y qué te hace pensar que no seguirán los pasos de sus padres?

—¿Y a ti qué te hace pensar que sí lo harán? Por Dios, Audrey, solo te fijas en lo malo de la gente —Addison ya estaba bastante molesta por los comentarios de Audrey, pero no podía dejar de quererla a pesar de todo.

—Fíjate cómo me hablas. Soy la futura reina.

—Y yo hablo como se me da la gana.

—No puedes, debes tenerme más respeto. Ben, dile algo.

Pero Ben solo se quedó callado. Sabía que Addison tenía razón y la apoyaba, aunque no lo admitiría en voz alta frente a Audrey, porque después ella lo molestaría con el tema.

Entre La Corona Y El Mar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora