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— 🍂 ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ
La casa de Emily siempre era el punto de reunión de la manada, y esa tarde no era la excepción. La chimenea crepitaba, la mesa estaba llena de comida y el ambiente era relajado, con risas constantes rompiendo el silencio de la noche.
- A ver, ¿quién lo vio venir? - Preguntó Jared, señalando a Embry con una sonrisa burlona - ¿Quién apostaba que el chico más tranquilo de la reserva iba a ser un lobo furioso?
- No sé qué es peor - Intervino Paul con su clásica mueca de fastidio - Que es lobo o que se haya adaptado más rápido que todos nosotros.
- Disculpa por ser talentoso - Dijo Embry con falsa modestia, mientras se recargaba en el sofá - Ustedes tardaron como una semana en controlarse. Yo, en dos días, ya podía andar en dos patas otra vez.
- Sí, sí, todos un aplauso para el prodigio - Dijo Kalani, aplaudiendo irónicamente - ¿Quieres una medalla?
- No estaría mal - Respondió Embry, guiñándole un ojo, lo que hizo que Paul le fulminara con la mirada.
- ¿Qué dijiste, niño? - Paul se inclinó ligeramente hacia adelante, pero Kalani le puso una mano en el pecho, riéndose.
- Tranquilo, Hulk, no te pongas verde todavía.
Jared soltó una carcajada - No lo provoques, Kal. Luego te va a cargar como un saco de papas y te va a aventar al mar otra vez.
- ¡Ni me lo recuerdes! - Kalani hizo una mueca de indignación, cruzándose de brazos - Todavía siento el agua fría de esa vez.
- Fue un gran momento - Dijo Paul con una sonrisa satisfecha.
- Fue un intento de homicidio, pero bueno.
Sam, que hasta ahora solo había estado escuchando con una sonrisa, negó con la cabeza.
- No sé cómo los aguanto.
- Porque nos amas - Rspondió Jared, dándole un golpe amistoso en el brazo.
- No diría tanto, pero sí hacen la vida interesante.
- ¡Por fin lo admites! - Kalani levantó los brazos victoriosa.
- Cállate - Respondió Sam con diversión, antes de lanzarle una almohada.
Ella la atrapó en el aire y la lanzó de vuelta, lo que desató una pequeña guerra de almohadas en la sala. Jared y Embry se unieron a la pelea, mientras Paul simplemente observaba con una sonrisa divertida.
- Además Kalani ya me intentó matar también - Dijo Paul cuando terminó la pelea.
- Supéralo - Le dijo Kalani.
- Tu estabas más preocupado por las llantas que por tu vida - Dijo Jared, a quien le habían contado la historia del intento de manejo.
- ¿De qué hablan? - Preguntó Sam, esta vez con el ceño fruncido.
