Capítulo 17
Errachidia II
—¿Qué va a pasar?—Juan ahoga una risa. ¿Qué le parece tan gracioso a este?—Oye, conduce con cuidado que no me apetece morir hoy.
El moreno arranca al instante, de la sacudida, me veo obligada a agarrarme a la camiseta de Juan, que es lo primero que pillo.
Estuvo cerca.
—No te preocupes Alicia, que estas en las manos del mejor conductor de Mario Kart de la historia.—conozco a estas dos personas de hace menos de un día. En qué momento me he subido a un coche sin cinturón.
—Si, pero aquí no hay estrella de inmortalidad. Si vuelcas, nos matamos de verdad.—mis gritos le dan completamente igual.
Go Pro en mano, Erra conduce por las dunas a toda velocidad. La mezcla de adrenalina y miedo inunda mis venas.
Tampoco esta tan mal esto.
Al rato, cuando compruebo que no voy a acabar rebozada en arena como una croqueta, me relajo. Y es ahí cuando disfruto del trayecto. El viento me alborota el pelo, haciendo que los mechones castaños se me metan constantemente en la boca.
Me he dejado crecer el pelo en los últimos meses, pero ahora mismo me arrepiento de no llevar el corte por los hombros de la vuelta anterior.
—Deja, te ayudo.—no entiendo a lo que se refiere hasta que me doy cuenta de que se ha girado y está tratando de pescar los mechones de pelo.—¿Tienes una goma del pelo?
Se me hace extraño, no lo voy a negar. Pero le dejo que me anude el pelo, a fin de cuentas, mejor eso que tener que pasarme media hora deshaciendo nudos por la noche.
—Gracias.
—Ahora como favor, tienes que responder nuestras preguntas.—no se me escapa el brillo malicioso de sus ojos. Sabía yo que nada bueno podía salir de montarme con ellos.
—Según y como.—Erra se ríe de mí, aunque ha mantenido su palabra de ser buen conductor y no despega los ojos del camino.
—Erra quiere saber si estas soltera.—me atraganto con mi saliva.
Esta no la había visto venir. Ósea si, pero pensaba que era broma.
Igual me siguen vacilando.
—Y cuando dice Erra, en realidad quiere decir Juan.—le interrumpe su amigo.
—Bueno, parece que los dos queremos saberlo.—el rubio me guiña un ojo, aunque todo pudiera ser un tic. O que se le haya metido un grano de arena.
—Estoy soltera.—porque Adri y yo lo dejamos hace meses. Aunque esa parte no tienen por qué saberla.—Pero definitivamente no busco nada. Gracias por el interés chicos, pero os recomiendo que os instaléis tinder.
—No busca nada dice.—se burla Erra.—Lo has encontrado dando la vuelta al mundo, ¿no?
Justo en el clavo. En algún punto entre los cinco continentes, he dado con las personas que buscaba.
Que no haya sido capaz de ordenar mis sentimientos en ningún momento y eso haya traído consigo problemas, es otro tema.
Podría escribir un libro entero sobre cuanto odio a cupido y su escasa habilidad para tirar bien mis flechas.
—Siguiente pregunta, por favor y gracias.—no voy a ponerme a airear los trapos sucios. Bastante que saben que Adri y yo estamos medio peleados.
—Está bien, si no quieres filosofar con nosotros tú te lo pierdes. Sócrates y Platón tienen envidia de nuestras conversaciones profundas.—no me puedo imaginar porqué.

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Cien Noches | YosoyPlex y Adridobylus
FanfictionDiez meses han pasado desde que se acabo la vuelta al mundo. Y diez meses, es mucho tiempo. Cuando Plex, Adri, Borja y Jopa comienzan a dar la tercera vuelta, no pueden olvidarse de su editora favorita: Alicia. PARTE II: OCHENTA DÍAS No es impresci...