Audrey quedó callada, mientras Ben soltaba una risa. Sabía que su amiga nunca permitiría que intentaran humillar a alguien, y se sentía orgulloso de eso. Evie, al ver que aquella chica la defendió, le sonrió dulcemente. Ben, al notar el cambio en la atmósfera, habló nuevamente.
—Ella es Audrey.
—Princesa Audrey, su novia —dijo con una sonrisa orgullosa.
Aquella palabra hizo que el corazón de Addison se detuviera por un instante, sintiendo una punzada de tristeza al escuchar el término "novia". Audrey y Ben se tomaron de las manos con naturalidad.
—¿Cierto, Benibu? —preguntó Audrey, mirando a su novio con cariño.
Ben no respondió. Su rostro mostraba una ligera expresión de incomodidad. Addison observó la escena, sintiendo un nudo en el estómago. ¿Cómo podía tratar así a su novia? Sin duda, Addison la habría tratado mejor.
Los VKs dirigieron la mirada hacia alguien que aún no se había presentado. Addison se dio cuenta y decidió hablar para romper el silencio incómodo.
—Oh, lo siento, no me presenté. Qué grosero de mi parte. Me llamo Addison Rose Maris Montclair. Es un placer conocerlos.
Los chicos se miraron entre sí, tratando de recordar de dónde conocían ese nombre.
—Es hija de los reyes Eric y Ariel, de Coralia, y futura reina —dijo Audrey, visiblemente emocionada.
Evie sonrió al escuchar la mención de "futura reina". Era una defensa implícita del título de Addison, lo cual la hizo sentir validada, a pesar de que muchas personas, incluidas ella misma, la veían como una villana. Los otros tres, sin embargo, se preguntaban qué motivaba a Addison a defender a alguien como Evie.
—Ben, Audrey y Addison van a mostrarles el lugar, y yo los veré mañana —anunció el Hada Madrina, separando suavemente las manos de Audrey y Ben—. Nunca se cierran las puertas del conocimiento, pero la biblioteca abre de ocho a once. Ya saben, soy muy estricta con el horario.
Con eso, el Hada Madrina se retiró con la orquesta de bienvenida, dejando a los chicos con los VKs.
—Me alegra tenerlos aquí. Este será un día memorable, el día en que nuestros pueblos se unan —dijo Ben, caminando junto a los chicos.
—O el día en que, por fin, supimos dónde estaban los baños —respondió la pelimorada, y todos rieron, incluida Addison.
—¿Fui demasiado formal? —preguntó Ben con una sonrisa algo nerviosa.
—Sí, un poco... bastante —contestó Addison, con una sonrisa divertida.
—Bueno, arruiné mi primera impresión —dijo Ben, frotándose la nuca.
Ambos rieron, aunque Addison no podía evitar preguntarse si la sonrisa de Ben era genuina. Todo parecía demasiado forzado. La tensión entre ellos era palpable, y ella no podía dejar de notar que, aunque Ben tenía una novia, la forma en que lo trataba no parecía ser la mejor.
Audrey, con su típico sarcasmo, no dejó pasar la oportunidad de interrumpir.
—Eres la hija de Maléfica, ¿cierto? —preguntó Audrey, con una sonrisa fingida—. No culpo a tu madre por tratar de matar a mis padres. Oh, mi mamá es Aurora, la Bella…
—Durmiente —interrumpió Mal, con un tono ligeramente sarcástico.
—Sí, he oído hablar de ella. ¿Sabes qué? Yo tampoco quiero culpar a tus abuelos por invitar a tanta gente de todo el reino… pero a mi mamá no, a esa fiesta tan tonta...—dijo Mal, con un tono despectivo.
—Lo pasado, pisado —respondió Audrey, casi sin interés.
—Seguro —dijo Mal, tratando de dejar el tema atrás.
Ambas rieron de manera falsa, pero Addison intervino para evitar que la conversación se alargara.
—Bueno, lo que pasó con sus padres y abuelos no tiene nada que ver con nosotras, así que dejemos el pasado donde está. Nadie tiene la culpa de nada —dijo Addison, con una sonrisa suave.
Mal la miró por un momento, sorprendida por la sinceridad de su intervención. Luego, le sonrió genuinamente.
—Tienes razón. Vamos —dijo Ben, cortando la tensión.
Ben y Audrey se adelantaron, mientras Addison caminaba detrás, observando a los chicos de la isla. Llegaron a un grupo de personas, entre ellos un chico rubio con lentes que Addison no reconoció.
—Él es Doug, hijo de Tontín. Él les mostrará la escuela. Si necesitan algo, pueden llamar-
—Llamar a Doug —interrumpió Audrey, guiando a Ben hacia el grupo mientras lanzaba una mirada a Addison, indicándole que los siguiera.
—En realidad, me gustaría mostrarles su habitación —dijo Addison.
—Está bien, hazlo —respondió Ben, sin pensarlo mucho.
Así, la pareja los dejó, y Addison comenzó a caminar hacia el pasillo con Doug.
—¿Tú eres…? —preguntó Doug, mirando a Addison con curiosidad.
—Oh, lo siento. Soy Addison, hija de Ariel y Eric. Mucho gusto —respondió ella, con una ligera sonrisa.
—Igualmente —dijo Doug, devolviendo la sonrisa.
—Creí que todos aquí se conocían… —comentó una voz que provenía de la puerta. Cuando Addison se giró, vio a Evie, quien la miraba con una expresión algo confundida.
Addison rió nerviosamente. Era vergonzoso admitir que era su primera vez en una escuela, pero no quería que Evie la viera como una tonta.
—De hecho, es mi primera vez aquí. Llegué ayer —admitió.
Los VKs se sorprendieron, pero Addison se acercó a Evie para cambiar de tema y evitar más miradas curiosas.
—Por cierto, me encanta tu estilo. Es único.
Evie sonrió tímidamente, agradecida por el cumplido.
—Gracias. —Su rostro se iluminó por un momento, y Addison pudo notar lo feliz que la hacía recibir algo de atención positiva.
—Bueno, que Doug les muestre su habitación a los chicos, y yo les mostraré la suya —dijo Addison, guiando a las dos villanas hacia la habitación.
Cuando llegaron, Mal abrió la puerta y entró, seguida por Evie, que inmediatamente comenzó a mostrar señales de alegría al ver la decoración.
—Es tan… —comenzó Evie, mirando alrededor.
—Ew —interrumpió Mal, arrugando la nariz.
—Sí, tienes razón. Ew —añadió Evie, aunque no pudo evitar sonreír ante lo absurdo de la situación.
—Si no les gusta algo, puedo pedir que lo cambien —ofreció Addison, observando cómo se sentían.
Mal la miró y negó lentamente.
—Solo cerraremos las cortinas y listo —dijo, sin mucha emoción.
—Bueno, si necesitan algo, me llaman —añadió Addison, antes de volverse a ir.
Antes de que pudiera salir, Evie la detuvo tomándola del brazo. Addison se giró, levantando una ceja.
—Gracias por lo de antes… por defenderme —dijo Evie, con una mirada sincera.
Addison sonrió.
—No tienes que agradecerme. Lo hice con gusto, princesa —respondió, dándole un toque amistoso en el hombro.
Evie soltó una pequeña risa.
—¿Por qué lo hiciste? —preguntó Mal, curiosa.
Addison pensó un momento antes de responder.
—¿Por qué no? Nadie merece que los traten así —dijo, y luego sonrió suavemente.
Con eso, salió de la habitación, dejando una sonrisa en su rostro. Se sentía bien haber hecho lo correcto.

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Entre La Corona Y El Mar
FantasyAddison Rose Maris Montclair, hija de Ariel y Eric, creció protegida tras ser secuestrada por Úrsula. Sus únicos amigos eran Ben, el futuro rey de Auradon, y Jane, hija del Hada Madrina. Pero cuando sus padres deciden enviarla a Auradon para hacer n...