capitulo 59

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Ego había reunido a todos los jugadores en la sala de conferencias de Blue Lock. Había una tensión en el ambiente, ya que todos esperaban con ansias los nuevos valores de mercado que determinarían su posición en el mundo del fútbol.

Ego: Bien, parásitos. Hoy es un día importante. Sus precios de mercado han sido actualizados después de sus últimos desempeños. Algunos subirán, otros bajarán, y los mediocres desaparecerán del mapa. Presten atención.

La pantalla gigante del salón mostró los nombres y cifras de cada jugador.

1. Yoichi Isagi - ¥240.000.000

2. Rin Itoshi - ¥240.000.000

3. Shidou Ryusei - ¥210.000.000

4. Seishiro Nagi - ¥200.000.000

5. Meguru Bachira - ¥190.000.000

El silencio duró unos segundos hasta que Isagi lo rompió con un grito de emoción.

Isagi: ¡No puede ser! ¡Llegué al mismo nivel que Rin!

Se levantó de su asiento con una gran sonrisa, viendo el número en la pantalla como si fuera un sueño.

Isagi: ¡Vamos! ¡Por fin te alcancé, Rin!

Rin lo miró con cara de pocos amigos, chasqueando la lengua.

Rin: No significa nada. Apenas estás en mi nivel, pero no me has superado.

Isagi: Pero ya estamos iguales, ¿eh? Te lo dije, Rin, tarde o temprano te iba a alcanzar.

Rin suspiró, pero en el fondo, se sintió algo picado.

Bachira: Isagi, hermano, ¡te volviste millonario!

Isagi: ¡Vos también subiste un montón, Bachira!

Bachira: ¡Pero vos ahora sos top 1! ¡Esto hay que celebrarlo!

Isagi: ¡Obvio, vamos a un restaurante y nos damos un festín!

Después de la reunión, Isagi y Bachira salieron emocionados y fueron a un restaurante de lujo en la ciudad. Se sentaron en una mesa y pidieron la mejor carne del menú.

Mientras esperaban la comida, una mesera se acercó a tomar el pedido. Era una chica de cabello largo y ojos claros, con una sonrisa encantadora.

Mesera: Buenas noches, caballeros. ¿Ya saben qué van a pedir?

Bachira la miró fijamente y sonrió de manera sospechosa.

Isagi notó su reacción de inmediato.

Isagi: Te atrapé, pajero.

Bachira escupió el agua que estaba bebiendo y comenzó a toser mientras Isagi se reía.

Bachira: ¡Isagi, no digas eso en voz alta!

Isagi: Te vi, hermano, estabas babeando.

Bachira: No es mi culpa que la mesera sea hermosa.

La mesera se sonrojó un poco, pero mantuvo la compostura.

Mesera: Gracias, ¿van a pedir algo o solo están molestándose entre ustedes?

Isagi: Perdón, perdón. Queremos dos platos de carne Wagyu con guarnición, y una botella de sake.

Mesera: Enseguida.

Cuando se fue, Bachira suspiró.

Bachira: Bueno, Isagi, ahora que eres millonario, ¿qué piensas hacer con tu dinero?

Isagi: Seguir entrenando y mejorando. No quiero que Rin me vuelva a superar.

Bachira: Siempre tan serio.

Isagi: Alguien tiene que serlo, sobre todo cuando mi mejor amigo se la pasa mirando meseras en lugar de concentrarse en la cena.

Bachira: ¡No lo puedo evitar, hermano! ¡Es el instinto!

Ambos rieron y siguieron festejando el logro de Isagi. Aunque la competencia con Rin continuaría, en ese momento, solo importaba celebrar el duro trabajo que los llevó hasta allí.

Continuará...

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