POV FREEN
Regresar al trabajo el lunes fue una verdadera tortura, al menos me tranquilizó un poco saber que no habían revocado mi acceso al edificio aún. Después de pasar todo el fin de semana repasando cada una de las interacciones que había tenido con la doctora, mi cabeza aún daba vueltas y lo peor es que no tenía forma de saber cómo se sentía ella respecto a todo. La única persona que podía ayudarme a calmar mi mente era la dueña de la empresa y mis pensamientos, con quien justamente jamás podría hablar de todo lo que pasaba; de hecho, casi todo lo que sabía respecto a su relación conmigo u otras personas lo había oído de boca de mi jefa.
Al llegar a la oficina saludé a todos y volví a disculparme con Jeff por irme abruptamente el otro día, como le había dicho por mensaje, repetí que una amiga tuvo una emergencia y por eso salí rápido para la universidad. Él lo dejó pasar, aunque no muy convencido, para concentrarse en el trabajo; nos habían informado que la doctora Armstrong no asistiría a la empresa el día de hoy y pidió específicamente reunirse con nuestra jefa en su casa, por lo que teníamos que cubrir su parte del trabajo. No puedo negar que mi corazón se sobresaltó al escuchar las noticias, más teniendo en cuenta lo sucedido el viernes a última hora pero, a medida que el día fue avanzando y nada pasaba, logré tranquilizarme.
Un rato antes de salir, la joven de recursos humanos que nos había recibido el día de ingreso apareció por nuestro piso buscándome - ¿Freen? Debo pedirte un favor; la doctora Armstrong ha solicitado varios documentos de distintas áreas, que deben ser llevados a su hogar donde ella está trabajando en este momento. Las únicas dos personas en esta compañía que están autorizadas a dirigirse a su residencia son mi jefa, que está de vacaciones y la tuya, que se encuentra con ella en estos momentos. Hablé con Engfa y me indicó que te envíe a ti al lugar, ella ha dado su autorización para que puedas entregarlos ¿puedes ir? - dijo casi rogando, haciendo que mis compañeros voltearan a verme, sorprendidos por el pedido.
Mi cara no era muy diferente a la del resto de la oficina; si bien es cierto que, aunque nadie lo supiera, había varios motivos por los cuales podía tener sentido la petición, como ser las noches que hemos pasado juntas en ese hotel, o haber dormido en su casa, por lo que quizás la doctora Armstrong se sintió cómoda con que yo fuera la apuntada para ir; aunque después de todo lo que había pasado la última vez que estuvimos una frente a la otra, no pensé que tuviera deseos de verme. Por supuesto accedí al pedido sin dudarlo; por un lado la idea de tener enfrente a la doctora, y más en su casa, me aterraba; al menos estaría Engfa allí, quizás ni siquiera terminase entrando a la residencia. Además, no podía negar que en el fondo moría de ganas de volver a verla, aunque sea sólo unos momentos, después de todo no pasó un minuto del fin de semana que no pensara en ella, en su olor, sus labios, su voz hablándome al oído, sus brazos tomándome por la cintura, tocándome.
- Genial, el chofer de la empresa te llevará al lugar y desde allí de vuelta a la oficina... - comenzó a explicar cuando fue interrumpida por Jane, que traía un sobre para entregarle.
- Aquí están los documentos que solicitó la doctora Armstrong - comentó entrando a la oficina, con su típica cara de pocos amigos - ¿has resuelto cómo vas a enviarlos a su residencia?
- Si, Freen va a llevarlos - respondió - Hablé con Engfa y pidió enviarla a ella con los archivos.
- La niña es nueva, no conoce las reglas de la doctora. No es una persona idónea para hacerlo - espetó, mirándome con desdén - tienes que enviar a alguien más, yo iré de ser necesario - se ofreció como si realmente estuviera haciendo un sacrificio y no fuera su deseo ir a casa de la doctora.
Traté de simular la cólera que me invadió al escuchar sus palabras, quería decirle tantas cosas para borrar su estúpida expresión pero opté por callar; quizás con la tensión que podía haber entre la doctora y yo, no era lo mejor en ese momento gritar ante toda la oficina que ya conocía la residencia puesto que había dormido en ella. Quién no lo hizo fue Rachel, la joven de recursos humanos, que inmediatamente contradijo a la secretaria - Jane, Engfa ha dado una orden; no voy a desobedecerla arriesgando mi puesto porque a ti no te parece su decisión y crees que tú sabes mejor lo que la doctora Armstrong necesita, incluso por encima de su mejor amiga y confidente.

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Doctora Armstrong (FreenBecky)
RomanceLa vida de Freen cambia cuando conoce a una misteriosa mujer en la universidad. Esta historia no me pertenece, es una adaptación autorizada por su escritora @Grimreaper4724 (Mil Gracias por permitirme adaptar tu historia) ... Espero les guste, a mi...