Jake.—¿Podrías volver?, aunque sea un segundo, quiero que me reproches, quiero que me digas que no quieres que llore, quiero que vuelvas a mirarme con esos ojos llenos de vergüenza cada vez que te besaba desprevenida, quiero verte sonreír nuevamente como hacías cada vez que te llevaba rosas, quiere volver a oírte hablar de lo que amas, de tus libros... Quiero que vuelvas a decirme que quieres verme feliz, por favor... No quiero volver a quedarme solo —susurré agotado, ya no me quedaban lágrimas, no tenía fuerzas, tenía el corazón destrozado pero aquí estaba, a su lado, rogándole que no me deje, que no se fuera, que no se marche de mi lado y se despierte para poder decirle lo mucho que la extraño. Horas y horas de llanto no bastaban para aliviar el dolor que cargaba mi pecho.
Llorar ayudaba, pero no suficiente para aliviar mi dolor de esta amargura de tenerla, pero a la vez no.
—¿Quieres que te traiga algo? —la voz de Ashley suena tras un golpeteo en la puerta.
—No, muchas gracias —aspiré mi nariz y tragué aquél dolor que amenazaba con hacerme estallar el corazón.
—Llevas 7 horas allí sentado, Jake, debes descansar un rato —su mano se posó en mi hombro y mi cuerpo se tensó.
—Estoy bien, quiero estar a su lado cuando despierte, no puedo dejarla sola, no otra vez, ¿viste lo que le pasó por dejarla? Si algo vuelve a pasarle va a acabar conmigo, no puedo, no puedo dejarla sola —la desesperación se apoderó de mí y sin darme cuenta las palabras comenzaban a fluir de manera rápida y desesperada.
—Oye, está bien, estará bien —Ashley se sentó frente a mí y tomó mi cara entre sus manos —solo date cinco minutos, debes verte bien para cuando despierte, ¿crees que va a reconocerte si te ve como un mariguano?
—Tienes razón, tengo que arreglarme, debo lucir perfecto para ella —me levanté de mi silla inmediatamente —¿la cuidarías por mi? —pregunté, Ashley asintió con una sonrisa y yo me acerqué a Sam. Verla con tubos por todas partes me destrozaba, pero no podía derrumbarme, no ahora. Tengo que esperar a que esté bien, y cuando vuelva a verme con esos divinos ojos cafés podré derrumbarme, podré llorar y decirle todo el miedo, la desesperación y la impotencia que sentí en este momento —Dame 5 minutos y vuelvo por ti, ¿de acuerdo? —un sollozo se oyó de fondo pero no me molesté en voltear a observar de donde venía —Te amo tanto, bonita —besé su frente y salí de la habitación como si me persiguera un fantasma.
Llegué al comedor del hospital y la rabia me invadió cuando noté la gran fila que había. No noté que tejía hambre hasta que el estómago me comenzó a rugir apenas puse pie en la fila.
Esto será largo.
Ashley.
—Lo traes mal —murmuré una vez aquél chico de ojos tristes salió de la habitación, mientras me sentaba en la silla que antes mantenía refugiado a Jake a su lado—¿Sabes? Jamás pensé que iba a hacerle un favor a ese mocoso, para ser honesta nunca creí que iba a cruzar más de dos palabras con él —tomé la mano de Sam la cuál estaba fría y pálida, entre las mías para intentar darles calor, noté que casi eran del mismo tamaño que las mías —todo esto pasó gracias a ti, y nunca te lo dije, tienes que despertar para decírtelo —reí con el corazón en la garganta —. Eres muy cruel, lo estás haciendo sufrir innecesariamente —aquellas últimas palabras fueron lo que necesité para quebrarme por completo —. Por favor, pequeña, despierta, él te necesita, y yo necesito que estés para él —solté un sollozo que me desgarró el alma —Sam, por favor, si no estás él va a derrumbarse —y justo en ese momento el alma se me partió en dos, las imágenes de Jake devastado, sin energías ni fuerzas para nada. Con el ánimo por el piso y con aquella mirada vacía que nos dedicaba a su padre y a mi se reprodujeron en mi mente como un bloque rompiendo mi corazón a la mitad —. Por lo que más quieras. No lo dejes solo, por favor... —le rogué entre susurros y lágrimas como si eso fuera a servir de algo.

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Una Ilusión.
Teen FictionSecretos que pesan más que los suspiros, dos corazones agonizantes anhelando ser salvados, aquellos corazones heridos que buscan una cura, al otro. Unidos por una conexión que desafía las barreras del tiempo, descubren que el amor puede florecer in...