¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— 🍂 ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ
Las primeras dos semanas de enero pasaron borrosas en la mente de Kalani. Después de lo ocurrido en la cena de año nuevo, las cosas se habían puesto extrañamente tensas.
Las primeras dos semanas del mes se sintieron extrañamente vacías.
Sam nunca estaba en casa, o en casa de Emily. Apenas y lo veía, era aún peor que cuando se transformó Jared. Cuando lo veía, él estaba más reservado que nunca. Kalani estaba preocupada por la distancia impuesta por Sam, pero Emily entendía, sabía que esa era su manera de afrontar la actual situación.
La muchacha Young intentaba distraer a Kalani, pero ella no podía evitar notar que su hermano parecía más tenso y distante, casi como si estuviera enojado con ella.
Por otro lado, Paul se sentía perdido. Él estaba feliz de poder servir al pueblo, pero hace dos semanas que no podía regresar a su forma, y estaba desesperado.
Era extraño tener los pensamientos de Sam en su mente, y era extraño que Sam también pudiera ver los suyos. El primer día fue el peor. Sam gritándole al ver todo lo que pensaba de Kalani, pelear con él, tener que lidiar con su mal humor, todo era difícil.
Pero vaya que podía empeorar.
La tercera semana de enero, Kalani había decidido salir al bosque, esperando despejarse un poco, tal vez incluso encontrar a Sam.
Para cuando llegó la última semana de enero, Kalani decidió que necesitaba un respiro. El ambiente en casa se había vuelto sofocante, y no tenía intenciones de seguir encerrada mientras todos parecían guardar secretos a su alrededor.
Así que esa tarde, salió a caminar por el bosque.
El frío del invierno aún persistía, pero el cielo estaba despejado, y el aire fresco ayudaba a despejar su mente. Caminó sin rumbo fijo, disfrutando del silencio y de la sensación de libertad que le daba estar lejos de todo.
Kalani caminaba tranquila, o fue así hasta que estuvo muy adentrada en el bosque. Ella se sentía seguida y observada, pero no en la manera protectora de su hermano o de Paul... se sentía como si una constante amenaza estuviera respirándole en la nuca.
Los pasos detrás de ella, los movimientos de los árboles, que espantaban a los pájaros de reposaban en ellos. Esa ventisca extraña que llegaba como si alguien hubiera pasado cerca de ella con una rapidez irreal.
Al principio pensó que era su imaginación, pero entonces lo sintió. Un escalofrío recorrió su espalda y cada célula de su cuerpo le gritó que corriera.
No estaba sola. Y entonces la vio.
A unos metros de distancia, entre los árboles, una figura femenina la observaba con una intensidad inquietante. Era hermosa de una forma antinatural. Su cabello rojo fuego contrastaba con la penumbra del bosque, sus ojos eran de un rojo vibrante y su postura era demasiado inmóvil, demasiado depredadora.