𝗘𝗣. 6

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—  🍂  ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ

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— 🍂  ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ

El miércoles después de la escuela, Kalani se encontraba en casa de Emily junto a Sam y Jared. El último había regresado a la escuela, únicamente para el penúltimo día de clases. Y cuando la policía o la gente preguntaba, él se mantenía apegado a su historia de haberse escapado a Seattle con algún amigo.

La casi cómica historia de Jared provocó que los chismes se disiparon, y pronto se acabaron las conversaciones sobre el "chico desaparecido".

La morena estaba especialmente animada a esa semana. Kalani supo que Sam y Paul estaban retomando su larga amistad, y le enorgulleció ver a su hermano adaptarse a su condición para poder retomar su vida.

Emily y Kalani estaban cocinando cuando vieron a Sam tomar acercarse a la cocina.

- Em, ¿está bien si Kal se queda contigo esta tarde? Yo saldré con Paul - Dijo Sam, casi pidiéndole permiso a su impronta para salir.

- Lo dices como si tu tuviera cinco años - Se quejó Kalani.

- Sabes que me gusta estar con Kal, a veces me agrada más que tú - Bromeaba Emily y Paul se despidió de ambas.

- Vaya, yo que pensaba que esos dos ya no recuperarían su bromance - Se burlaba la morocha.

- Pues él no es el único que se lleva mejor con Paul... Sam se ha estado quejando de tu cercanía con el.

Kalani se sonrojó un poco sin darse cuenta, y habló un poco más fuerte de lo que estaba hablando - Yo no soy cercana a Paul.

- ¿Y el aventón? - Le preguntó Emily, subiendo y bajando sus cejas.

- Pues fue un aventón - Se justificaba Kalani mientras se enjuagaba las manos con residuos de harina por los roles de canela que iba a hacer.

- El segundo, ¿qué hay de la fiesta? Sabes que puedes hablar conmigo, prometo no decirle nada a Paul - Suplico Emily.

- Yo... tomé de más. Seth insiste en que Paul me estuvo viendo, cuidando y celando todos la fiesta, yo solo creo que el tono mucho. En la madrugada estaba hablando con un chico cuando Paul se acercó, vio que estaba muy borracha y nos llevó a mí y a Seth a casa.

- Pues a mí se me hace que le gustas - La codeaba Emily.

- Yo... creo que a Sam no le gustaría, ya sabes. Yo dieciséis, el diecinueve. En realidad no es muy legal.

- A Sam no le gusta, ¿pero a ti?

Kalani se quedó en silencio unos segundo, pero no supo cómo responder, así que solo cambió el tema de conversación.

— 🍂  ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ

A pesar de estar de vacaciones desde hace ya un par de semanas, Kalani se levantó increíblemente temprano, ¿y como no lo haría? Había llegado una fecha que le encantaba, era oficialmente veinticuatro de diciembre y ella iría desde temprano a casa de Emily a terminar de preparar la cena de ese mismo día en la noche.

A pesar de ser solo ellas dos y Sam, tenían que cocinar mucho ya que el apetito del lobo era insaciable. Así que ahí estaban, mientras Emily terminaba de hacer el lomo, Kalani esperaba a que la anda de sus dichos roles de canela subiera un poco antes de empezar a darles forma.

Kalani se aseguraría de guardar uno de esos roles y envolverlo después. La chica no lo admitiría en voz alta, pero ella y Paul se habían estado hablando desde el aventón que el chico le dio en su motocicleta.

Kalani no lo describiría como una relación, pero no podía negar que Lahote le llamaba mucho la atención. El chico era rebelde y tenía problemas de ira, pero al mismo tiempo era protector sobre ella, y la verdad es que eso parecía curar sus heridas de la infancia.

El chico la hacía sentir segura, y le gustaba sentir la aprobación y las miradas del mayor.

La mesa de la cocina estaba cubierta con ingredientes y utensilios, mientras los tres trabajaban de manera coordinada. Emily había hecho el lomo con una receta especial que había aprendido de su madre, mientras Kalani se encargaba de los postres. El olor a panadería y carne asada llenaba la casa de un aire cálido y familiar.

- ¿Estás segura de que puedes con los roles de canela sola? -  Preguntó Emily con una sonrisa mientras revisaba la carne en la sartén.

- Sí, no te preocupes. Esto es lo que mejor sé hacer - Respondió Kalani, con una sonrisa pícara, mirando el horno donde la masa ya comenzaba a dorarse.

La tarde pasó rápidamente entre risas y bromas. Mientras Kalani decoraba la mesa con un toque rústico y acogedor, Sam se encargaba de poner la música. Se aseguraron de crear un ambiente relajado y cálido para la noche, y aunque no era una gran celebración con muchos invitados, el hecho de estar con su hermano y Emily hacía que la Navidad fuera especial.

El sol se empezó a poner, y la casa adquirió un brillo suave gracias a las luces de Navidad que decoraban el lugar. Sam se acercó a Kalani con una sonrisa y una bolsa en la mano.

- Aquí tienes, hermana. Un pequeño detalle para ti - Dijo, dándole un paquete cuidadosamente envuelto.

Kalani lo miró sorprendida. No esperaba un regalo de parte de Sam, especialmente después de todo lo que había sucedido últimamente.

- ¿Es en serio? - Preguntó con una risa tímida, tocando el paquete con las manos cubiertas de harina.

Sam se encogió de hombros.

- Claro, ¿por qué no? - Respondió con una sonrisa traviesa.

Kalani abrió el paquete y encontró una bufanda de lana suave, de un color oscuro que combinaba perfectamente con su estilo. Una sonrisa se formó en su rostro, mientras acariciaba la tela.

- ¡Es perfecta, Sam! Muchas gracias - Dijo con sinceridad, abrazando a su hermano.

Emily, al ver la reacción de Kalani, no tardó en entregar su propio regalo. Un pequeño paquete envuelto en papel dorado.

- Para ti también, Kalani. Espero que te guste - Dijo Emily con una sonrisa cálida.

Kalani abrió el paquete y encontró un libro de recetas. Era algo que Emily sabía que amaba, y en la portada, con letras elegantes, estaba escrito: "Recetas para un futuro feliz".

- ¿Lo hiciste tú? - Preguntó Kalani, sorprendida y conmovida.

- Sí, lo he estado armando poco a poco. Tiene algunas recetas que me parecieron perfectas para ti, y también algunas de las que nos enseñó mi mamá - Explicó Emily con una sonrisa, muy contenta con la reacción de Kalani.

Kalani abrazó a Emily con fuerza, emocionada por los regalos. Era una muestra de cuánto la querían y lo cerca que estaban.

La noche continuó entre risas y anécdotas familiares. Después de la cena, Sam se ofreció a lavar los platos, mientras que Emily y Kalani se sentaron junto al árbol de Navidad para disfrutar de un poco más de chocolate caliente.

Cuando la noche parecía calmarse, Kalani se retiró un momento al baño para revisarse el teléfono. Había recibido un mensaje de texto que la sorprendió.

Paul : Feliz Navidad, Kalani. Espero que todo vaya bien y que hayas tenido una noche increíble

Paul: ¿A qué hora no estará Sam en casa mañana? Tengo algo para ti."

Kalani frunció el ceño por un momento, ¿Qué podía ser eso de tener algo para ella?

Guardó el teléfono y decidió no pensar mucho en ello, disfrutando del resto de la noche con Emily y Sam. Aunque el mensaje de Paul había sido extraño, lo importante en ese momento era lo que estaba viviendo. Era una Navidad diferente, llena de pequeños momentos que, aunque simples, significaban mucho.

𝗣𝗥𝝝𝗧𝗘𝗖𝗧𝗜𝝝𝗡  |  ᴾᴬᵁᴸ  ᴸᴬᴴᴼᵀᴱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora