¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— 🍂 ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ
Kalani conocía a Jared Cameron, así que fue muy extraño enterarse de que ahora él también se había transformado. Apenas podía asimilarlo. La noche anterior, había leído y releído el mensaje de Sam varias veces, tratando de imaginar lo que Jared debía estar sintiendo en ese momento.
Desde entonces, la rutina de su hermano y la suya cambió por completo. Ahora casi vivían en casa de Emily, ya que ella vivía cerca del bosque donde Sam intentaba guiar a Jared a través del proceso de transformación.
Jared era el segundo de la manada, y eso significaba que Sam tenía que encargarse de él. Lo más urgente era enseñarle a controlar su fase y regresar a su forma humana, pero no era un proceso sencillo.
La familia de Jared no era parte del consejo, no crecieron creyendo en las historias de los lobos, así que su desaparición generó preocupación en toda la reserva. Nadie sabía dónde estaba, y el consejo había decidido no intervenir todavía, al menos hasta que Jared lograra estabilizarse y estuviera listo para regresar a casa sin peligro.
Kalani solía acompañar a Sam al bosque, aunque su participación era mínima. Sam no la dejaba explorar con ellos, pero ella hacía lo que podía: llevar ropa limpia, comida o simplemente quedarse cerca en caso de que Jared necesitara apoyo moral. Aunque estaba en shock al principio, Jared parecía encontrar algo de consuelo en la presencia de Kalani. Tal vez porque, a diferencia de Sam, ella no le daba órdenes.
El primer día, Jared estaba desorientado y asustado. Sus pensamientos eran un caos y no lograba controlar su cuerpo. Pero el segundo día fue más tranquilo. Sam le contó más sobre las leyendas, sobre la historia de la manada y lo que significaba ser un protector. Lo llevó a recorrer el bosque y a entender su nuevo lugar en el mundo.
Sin embargo, Kalani sentía que no podía hacer mucho. Y ahora, de vuelta en la escuela, el peso de ese secreto la hacía sentirse inquieta.
Era lunes otra vez, y Kalani se encontraba sentada en su pupitre, girando un bolígrafo entre los dedos sin prestar atención a la clase.
Había solo dos temas de conversación en la escuela: la fiesta y la desaparición de Jared.
En cada pasillo, en cada conversación a media voz, en cada susurro entre amigos, el nombre de Jared Cameron flotaba en el aire con la misma preocupación con la que alguien hablaría de un fantasma.
- Dicen que lo vieron por última vez el sábado en la mañana - Susurró una chica un par de asientos adelante.
- Tal vez se escapó - Sugirió otra.
- ¿Y si le pasó algo en el bosque?
Kalani apretó los labios. No era necesario especular. Ella sabía exactamente dónde estaba Jared. Sabía que estaba vivo. Sabía que estaba intentando entender en qué se había convertido.
