Gotas de Sangre

Reflejo

Vampire Week #7:  Urbano/Moderno.

"Reflejo"

GTOP

Estar obsesionado con los vampiros era una idea que Kwon Jiyong había llevado muy lejos, porque no sólo se trataba de ser fanático de la fantasía, leer un par de libros o consumir todas las películas con dicha trama; para él, amar a los vampiros había ido mucho más allá de cualquier gusto razonable. Sus amigos solían bromear todo el tiempo sobre sus gustos excéntricos, culpando a sus excentricidades de su falta de romance y relaciones serias a lo largo de su vida.

Y había un nivel de razón en ello porque, sí, Kwon Jiyong más que amar la fantasía de vampiros, deseaba tanto cogerse a uno.

Sabía que era una estupidez, una fantasía adolescente que nunca superó, aún cuando dejó de tener la edad aceptable para soñar con ello, pero de sólo pensarlo su cuerpo se encendía. Debido a esos gustos era que terminaban fracasando todas sus relaciones, ya que a los hombres de su edad no parecía gustarles cuando les pedía que lo mordieran, una mordida seria, con dientes y sangre, mucho menos cuando pedía que jugaran roles al respecto.

No encontraba la satisfacción que buscaba, ninguno de sus novios pudo lograr lo que él podía conseguir fantaseando al respecto, por lo que simplemente evitó tener más parejas y se centró en sí mismo.

Hasta que él apareció.

Cuando Choi Seunghyun llegó a su vida, pensó en lo guapo que era, en su piel tan perfecta, su voz seductora y el encanto natural que poseía, aquel que lograba que fuera el centro de atención a donde fuera que iba. Lo segundo que notó, fueron una larga serie de extraños comportamientos que le llevaron a la obsesión.

Seunghyun llegaba muy temprano a la oficina, antes de que el sol saliera, y se marchaba cuando la noche daba paso a la oscuridad, siempre vestía ropas que le cubrían por completo, aún si las altas temperaturas eran una locura en la ciudad, nunca quería participar en las fotografías grupales, alegando que no se sentía cómodo ante las cámaras y, por Dios, Jiyong podía jurar que en una ocasión lo vio tensarse y marcharse cuando una de las secretarias se cortó un dedo sacando fotocopias.

Sabía que debía sonar como un completo y jodido loco, por lo que no compartió aquellos pensamientos con nadie más. Sus amigos simplemente creían que finalmente había conocido a un hombre de carne y hueso que había logrado atrapar su corazón, ayudándole durante el almuerzo o las comidas a quedar "accidentalmente" a un lado de Seunghyun, o dejándolos solos en el ascensor.

Seunghyun era un caballero, siempre sonriendo con amabilidad ante todas aquellas extrañas coincidencias, conversando lo necesario, siempre manteniendo una distancia prudente, aún si algunas veces el comportamiento de Jiyong rayaba en lo que se podría considerar acoso laboral. Muchas veces se había quedado hasta tarde, sin necesidad alguna, simplemente para seguir a Seunghyun cuando se marchaba a casa, la cosa era que, por extraños acontecimientos, nunca lograba alcanzarlo por completo, perdiéndolo de vista en un parpadeo.

Todos aquellos fracasos sólo conseguían que su corazón latiera desmedido, ¿no era eso la confirmación de que Choi Seunghyun no podía ser humano? De sólo imaginarlo, su sangre hervía, cada vez más cerca de hacer su sueño realidad.

Hacía mucho que había dejado de cuestionarse porque enredarse con un vampiro era su mayor fantasía, prefería disfrutar de la idea más que angustiarse por no ser precisamente un hombre normal. Ya había pasado por ahí cuando anunció que le gustaban los hombres, no estaba dispuesto a repetir el horrible proceso.