𝗘𝗣. 4

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—  🍂  ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ

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—  🍂 ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ

Al día siguiente de la fiesta, Kalani se encontraba en la camioneta de su hermano con un horrible dolor de cabeza pero en camino a concer a Emily Young.

Sam la había regañado cuando se despertó, y Kalani podía jurar que le habló fuerte y abrió las ventanas solo para molestarla. Pero ella había hecho el compromiso de acompañarlo para que le presentaran a su nueva cuñada, así que ahí estaba, aún recibiendo un sermón interminable.

- ¿Y por qué estabas con Paul? Él tiene diecinueve - Se quejó, como si él no fuera amigo del aludido.

- Ya Sam, el solo nos ayudó, Seth y yo nos fuimos muy hasta atrás - Admitió.

- No me molesta que vayas, ni que tomes, pero tienes que avisarme Kalani - Le dijo el mientas se estacionaba en la casa de la chica.

Era un lugar muy hogareño a la opinión de la morena, al menos ahora sabía donde es que su hermano pasaba su tiempo libre.

- Te comportas - Le advirtió Sam - Y no mires la cicatriz, o te voy a correr - Le dijo, Kalani ya sabía lo que había sucedido.

Cuando su hermano mayor tocó el timbre, Kalani cambiaba el peso de pie a pie con anticipación.

Cuando la puerta se abrió, la morena vio a una chica que encajaba perfectamente con las descripciones de Sam. Emily era una chica de cabello oscuro y largo que hacía un hermoso contraste con su piel cobriza.

La chica tenía un aire tranquilo y cómodo, casi maternal - Hola - Saludó. Sam se acercó primero a ella y le dio un beso en los labios. Después Kalani se acercó y ambas se dieron un suave abrazo.

- Es bueno conocerte, me agradas para Sam - Bromeó Kal mientras entraba a la casa.

El lugar estaba limpio y olía bien, Kalani se dio cuenta que habían un par de ingredientes afuera y las curiosidad la hizo preguntar - ¿Qué ibas a hacer?

- Oh.. iba a hacer un postre, pero no encontré una receta y la verdad es que lo dulce casi no se me da - Admitió la muchacha.

- A Kal se le da muy bien - Dijo Sam, buscando un terreno común para que sus dos chicas se amigaran - Tal vez puedan hacer algo juntas.

- Claro - Sonrió Kalani - Tal vez después de comer - Sugirió, ya que en realidad tenía mucha hambre.

- ¡Perfecto! Hice un guiso... sé que ayuda con la resaca - Susurró, guiñándole a la menor.

Kalani rio al percibir la complicidad de Emily. Le agradaba su personalidad, era tierno pero tenía ese contraste con una pizca de picardía.

- Ya te ganaste mi corazón - Dijo Kalani, que estaba por servirle un plato a su hermano cuando se dio cuenta que Emily ya le había llevado uno.

- Siéntate - Le dijo Emily - Ya te sirvo.

Kal sonrió con gentilidad antes de sentarse adelante de su hermano para que Emily se sentara a lado de él.

El almuerzo fue tranquilo y agradable. Kalani se sorprendió de lo fácil que era hablar con Emily. A diferencia de su hermano, que siempre parecía estar cargando el peso del mundo sobre los hombros, Emily irradiaba una serenidad contagiosa.

Después de comer, las dos se pusieron manos a la obra en la cocina.

- Bien, ¿qué vamos a hacer? - Preguntó Emily, apoyándose en la encimera.

- ¿Tienes harina, azúcar y huevos? - Preguntó Kalani mientras revisaba los ingredientes disponibles.

- Sí, pero no sé en qué cantidades - Confesó Emily con una risa apenada.

- No te preocupes, yo me encargo. Haré unas galletas de chocolate, son mi especialidad.

Emily observó con interés cómo Kalani trabajaba con naturalidad en la cocina, midiendo ingredientes sin dudar y mezclando la masa con movimientos expertos.

- Sam tenía razón, eres buena en esto - Comentó Emily con admiración.

Kalani sonrió, sintiendo un pequeño orgullo.

- Solía hornear muy seguido, bueno, en realidad aún lo hago. Es como una terapia.

Emily asintió con comprensión.

- La cocina tiene algo especial, ¿verdad? Es como... hacer algo con amor para los demás.

Kalani se sorprendió de lo mucho que Emily entendía.

- Sí... exacto.

Para cuando terminaron, la casa olía a chocolate y azúcar derretida. Sam, que había estado afuera viendo el bosque, entró justo a tiempo para probar la primera galleta.

- ¿Esto lo hicieron ustedes? - Preguntó con la boca llena.

- Bueno, yo lo hice, Emily solo midió la harina mal - Se burló Kalani.

Emily le dio un codazo suave, riendo - Traicionera.

Pasaron la tarde entre risas y pláticas. Kalani se dio cuenta de que realmente le agradaba Emily. Detrás de su actitud de chica ruda y despreocupada, ella tenía un corazón enorme, y ver a su hermano tan feliz con Emily la hacía sentir tranquila.

Más tarde, Sam y Emily decidieron salir a dar un paseo.

- ¿Segura que puedes irte sola? - Preguntó Sam, aún con su lado protector.

- Sam, por favor, estoy perfectamente bien - Dijo Kalani, rodando los ojos.

Él suspiró, pero le revolvió el cabello antes de irse.

Kalani caminó de regreso a su casa, sintiéndose ligera por primera vez en mucho tiempo.

Pero la paz no duró mucho.

Cuando las horas pasaron y Sam no regresó, una inquietud comenzó a instalarse en su pecho. Revisó su teléfono una y otra vez, hasta que finalmente llegó un mensaje de su hermano.

Sam 🐺 : Un chico se transformó... Jared Cameron.

Kalani sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Sabía lo que eso significaba, y sabía que la vida del chico acababa de cambiar para siempre.

𝗣𝗥𝝝𝗧𝗘𝗖𝗧𝗜𝝝𝗡  |  ᴾᴬᵁᴸ  ᴸᴬᴴᴼᵀᴱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora