𝗘𝗣. 3

6.6K 707 11
                                        

—  🍂  ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



— 🍂  ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ

El viernes llego con más rumores de los que Kalani esperaba. Al parecer su pequeña escapada con Seth no había pasado desapercibida, y ahora se rumoreaba por la escuela que ellos dos salían y que Kalani se salía de clases para juntarse con chicos más grandes de la reserva.

- Si tuviera un dólar por cada vez que alguien habla de mí - Le decía la chica de ojos grandes a su mejor amigo.

Seth se rio y se sentó junto a ella en la mesa del comedor - Probablemente podrías comprarme algo lindo... no les hagas caso Kal, la gente aquí se aburre demasiado, cualquier cosa es gran noticia.

- Aún así, es como si fuera un crimen salir con mi amigo o conversar con personas - Se quejaba ella mientras comía.

- Pues... ellos son mayores de edad y nosotros no. Y nos salimos de la escuela entonces - Decía Seth.

- Pero vamos a ir a la fiesta, ¿cierto? - Le pregunto.

- Seguro, creo que Leah iba a ir con sus amigas entonces mamá me da permiso - Dijo Seth.

- Bien... y Sam seguro estará ocupado entonces pueden llevarme.

- ¿Tienes permiso?

- No creo que a Sam le moleste. Y mi mamá siempre me daba permiso.

— 🍂  ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛɪᴏɴ

Kalani se arregló en silencio, con cada movimiento planeado para no alertar a Sam. Eligió un atuendo que resaltara sus curvas de manera sutil, pero lo suficientemente llamativo para que nadie pudiera ignorarla. Se maquilló con cuidado, dándole énfasis a su mirada oscura, y dejó su cabello suelto, cayendo en ondas naturales sobre sus hombros.

Sabía que Sam jamás le daría permiso para ir a una fiesta con chicos mayores, así que cuando escuchó el motor del auto de Leah afuera, agarró su chamarra y salió rápidamente antes de que su hermano notara su ausencia.

Leah ni siquiera sospechó que la menor no había pedido permiso.

- ¿Lista? - Preguntó Seth.

Kalani sonrío - Ya sabes que si.

Un rato después, los tres llegaron al lugar y Leah se estacionó - Seth, recuerda que me iré con mis amigas entonces llama a mamá cuando quieran irse.

Ambos asintieron y se bajaron del vehículo para adentrarse en la casa.

Desde que había llegado a La Push, no había tenido demasiadas oportunidades para salir de verdad. No como en Los Ángeles. Aquí, las noches eran más silenciosas, las reglas más estrictas y la sombra de su hermano siempre estaba presente.

𝗣𝗥𝝝𝗧𝗘𝗖𝗧𝗜𝝝𝗡  |  ᴾᴬᵁᴸ  ᴸᴬᴴᴼᵀᴱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora