Escenas ocurridas en el capítulo 19
RYKER
Creo que el día me había dado señales de que algo iba a pasar, y pasó. No esperé que cuando regresara de hacer las compras iba a encontrar a mi mejor amigo estacionado en mi casa.
No pude soportar el hecho de que Gia por fin dijera todo lo que se había guardado por años. Yo lo sabía, Miles me lo decía, teníamos mucha confianza y me contaba su vida todos los días desde que tengo memoria. Mamá tampoco fue ajena a sus problemas, y me los dijo.
Me hacía el loco como si nunca hubiera escuchado nada para no incomodar a Gia o hacer que se moleste, pero el hecho de que lo haya dicho en voz alta me rompió por completo.
Escuché a Miles llorar solo en su habitación cuando dejé a Gia dormida. Quería entrar y darle un abrazo, pero lo conocía como mi propia sombra, me iba a sacar a empujones y ya cuando se le pase iba a bajar a hablar conmigo.
Esperé media hora mientras ordenaba mis compras y buscaba a mi gato que seguro estaba durmiendo con Gia. Luego bajó, como si nada pasara. Así era Miles.
—Idalia estaría orgullosa por tu trabajo arreglando la casa, debo decirte que mi habitación está decente.
No lo veía desde el día del entierro de mi madre. Se había cortado el pelo y parecía más alto.
—Estuve tres días buscando ese verde esmeralda humo que te gusta, para poder pintar tu habitación.
Soltó una carcajada y fue a servirse un poco de la caja de jugo que había en la mesa.
—Esperaba encontrar un cuadro o algún dibujito tuyo.
—Nah, ya eres muy grande como para pintar cohetes en tu habitación, no tengo tanta paciencia.
—Cuando tengas hijos, que no sean animales, espero que les pintes habitaciones de colores. No creo que les guste un color liso. —Dejó el jugo y arrastró los pies hasta el mueble con pereza.
—Por supuesto, sus habitaciones tienen que parecer un circo.
—Ay, dejemos de hablar de niños, suficiente tengo con saber que tú y mi hermana están juntos.
Le palmeé la espalda y me quitó la mano.
—Pues te digo que un día me voy a casar con ella.
—Si tuviera a dónde irme, créeme que saldría corriendo ahora mismo.
—Tuvieras a dónde ir si no le hubieras roto el corazón a Phoebe. Me caía bien, de todas tus novias, ella fue la única que me caía bien.
—Es tarde para ir por ella, está en Suiza.
—¿Cómo lo sabes? —Levanté una ceja.
—Instagram —agitó su celular.
—¿Gia lo sabe?
—¿Qué tuve novia? No, y ni se lo cuentes.
—Recuerdo que una vez quiso acercarse a Gia y decirle cuñada y le tiré agua en la cara —me reí de mis recuerdos. —Probablemente, tu hermana te hubiera estado molestando con eso todo un mes.
—Quizás se hubieran llevado bien —dijo mirando al techo—. Pero Phoebe y yo no podíamos seguir juntos, ella era... era lo que yo no podía permitirme y yo... mi vida era una mierda en ese entonces.
—Ay, por favor, ¿en serio crees que le importaba? Vi cómo estuvo dos años embobada contigo hasta que te fijaste en ella. Maldita sea Miles, escuché que las chicas del aula decían que lloraba en el baño cuando te veía con alguna chica.

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Somos Arte
Teen FictionLa vida amorosa de Gia está por los suelos. Descubrió a su novio engañándola con su mejor amiga, y luego de unas largas vacaciones de verano empieza su último año de preparatoria donde tiene que enfrentarse a esta nueva pareja. Así que para demostra...