¡Afortunada!Salvada por la campana.

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Alice Hewell,35 años,secretaria ejecutiva en la Wordpress & Co Evolution Prime de Georgetown,escritora amateur,amante de los gatos y soltera.

Quizás debiera incluir eso en mi nueva carta de presentación.

Carraspeé dando una última pitada al segundo cigarrillo.

Sostuve la cajetilla con ambas manos y aplasté la colilla con el tacón.

¿Nerviosa?

Mucho.

¿Molesta?

No tenían idea.

Otra reunión familiar más.
En realidad,más amigos que familia.

Bah,más conocidos al pasar que amigos.

Eché mi cabeza hacia atrás.
El último humo escapó de mi boca creando remolinos bailarines.

Toqué mi sien,tratando de calmarme de alguna forma.

Otro año en el que mi madre haría gala de sus desastrosos dones de casamentera.

Parecía una rutina cómica previamente ensayada.

Ella intentaría acercarme como su única hija-aunque cabe destacar que tengo una hermana- a algún soltero,completamente desconocido, de por ahí o alguno que quisiera una revancha,puesto que algunos ya los había visto y rechazado en ciertas ocasiones.

Muchos de ellos no eran mi tipo y no era por tener el listón demasiado alto,al contrario.Solamente quería un tipo mínimamente agradable,con al menos una de las características de mi lista de atractivos,con el que poder divertirme,de alguna de las dos conocidas formas de diversión:la buena,y la aún mejor,sexual.

Sea como fuere,en aquel instante,me la imaginé a mi madre dentro de la fiesta como una ocasional vendedora de autos,en la que, yo o era presentada como un modelo antiguo,con cierto kilometraje,pero que aún podía echar buenas carreras.

Que alguien venga ya y acabe con mi sufrimiento si tengo que soportar otros años más de esto.

La puerta de entrada en la que estaba cómodamente apoyada se abrió y caí de culo al piso.

Demonios.

Como si no bastara con que mi madre me regalara en una subasta al mejor,o en éste caso,peor postor,que ahora yo también hiciera el ridículo,enseñando mis muslos,con portaligas y bragas incluido.

Maldita pollera de raso,¿porqué de todos los días, había decidido ponérmela justo hoy?

Vi al desde abajo y alzando lentamente la vista,a un tipo que me miraba entretenido.Su mirada no estaba fija en mis interiores de abuela,lo cual di gracias.Porque teniendo a mi madre como consejera de lencería,no había salido muy bien en los últimos años.

Una mujer que aún creía que las hombreras de los 90's eran atractivas...no,no podía resultar bien.

-¿Te gusta?tú propio show de circo-comenté irónica llevando ambas manos a la ajustada falda,bajandola para que volviera a su posición original.

El extraño me extendió una de sus manos,la que sujeté sin mayores reparos.

Y al verlo de cerca,no estaba nada mal.

Finalmente,un espécimen de mi tipo en aquella fiesta.

Cabello lacio corto castaño claro,con una mandíbula cuadrada, exquisitos y perfilados labios.Iba peinado con raya al medio y tenía unos expresivos y penetrantes ojos verdes.

Lucía un traje Armani negro,con camisa blanca y corbata Versace a juego con el traje.Derrochaba buen gusto y sin duda era adinerado.

Sólo esperaba que no fuese gay,como ya había sucedido en otras ocasiones.

-¿Te encuentras bien?¿Tomaste mucho?-

Un momento,¿qué había dicho?¿Acaso creía que estaba ebria?

Creo que a esas alturas sería mucho más vergonzoso el admitir quesiempre actuaba de aquella forma.

-Estoy bien,no te preocupes-hice un gesto de despreocupación con la mano,sacudiéndome por última vez la ropa-¿eres conocido del que ofrece la fiesta?¿familiar,quizás?-inquirí alzando una ceja,queriendo saber más de él.Aunque fuese tan sólo un poco.

-Sobrino...-se encogió de hombros.-pero sinceramente está muy aburrida-confesó con tono calmo,cruzándose de brazos por sobre el pecho,mientras se apoyaba en el marco de la puerta.

Al menos era sincero.

Tenía razón,éste tipo de fiestas eran interminables.Di gracias que mi madre no me hubiese encontrado hasta ese momento,con alguno de sus impresentables candidatos.

Suspiré aliviada.

Me acomodé con tranquilidad en el zócalo de la entrada y él me acompañó,sentándose a mi lado.

Comenzamos a charlar entretenidamente.Y en ese tiempo demostró ser un tipo culto,con aire intelectual,rebosante de carisma y genuinamente encantador.Los minutos pasaron,transformándose en horas.

Me asombró lo tolerante y comprensivo que se demostraba para una persona como yo;una mujer con ideas diferentes y opiniones un tanto...particulares.

Qué bien me lo estaba pasando y él parecía estarlo disfrutando también.

Al cabo de un rato,se giró volviéndome a ver,y clavando su afilada mirada en la mía.

-Oye...-se inclinó mientras me susurraba dulcemente en el oido-me estaba preguntando si...no te apetecía ir a algún lugar más...íntimo...relajado-sugirió.

Oh,vaya.

Éste tío si que iba directo al grano.

Aquello lejos de disgustarme,me agradaba.

Me gustaban los hombres seguros, que sabían lo que querían,y cómo lo querían.

Asentí como respuesta.

Hace tiempo estaba deseando marcharme de allí.Y si era con él a mi lado,pues,mejor que mejor,¿no?

Después de todo,no tenía ningún otro compromiso de relevancia por delante.

Ingresamos tan sólo para buscar los abrigos,después de recogerlos.

Él sacó las llaves de uno de los bolsillos del abrigo,y las hizo sonar con un gesto travieso.Sujetó mi mano y despacio y con cuidado,
nos escabullimos,procurando no ser vistos.

Una vez estuvimos a salvo en los asientos de su auto,un Audi R8 modelo 2015,según me dijo cuando nos íbamos con cautela hacia él.

Nos dirigimos miradas cómplices y estallamos en carcajadas.

My Sexy Guardian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora