Extra: Celos

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Escenas situadas antes del capítulo 2 y parte del capítulo 5.

RYKER

Me senté en el patio de mi casa con la respiración aún agitada, tratando de asimilar lo que había pasado. El señor Marshal me había encontrado en el suelo de esa sala, con las manos temblorosas y la mente revuelta. Tuve que mentirle. Le dije que había pensado demasiado en mi madre, que por eso mi corazón latía desbocado y mis ojos ardían.

Pero no era solo eso.

¿Por qué la dejé ir?

Debí correr tras ella.

—Lo siento, mamá —susurré mirando al cielo, aunque en realidad quería disculparme conmigo mismo por ser un maldito cobarde.

El dolor en mi pecho no era solo por verla marcharse. Era por lo que descubrí demasiado tarde. Gia había amado a alguien más. Lo peor de todo era que ese imbécil la había engañado, la había roto. No lo conocía, no sabía su rostro ni el sonido de su voz, pero lo odiaba con cada célula de mi cuerpo. Odiaba que ella le hubiera pertenecido, que él la hubiera besado, abrazado de la forma en que yo nunca lo había hecho.

La idea me enfermaba. Me incendiaba por dentro.

Yo, que nunca había sentido celos de nada ni de nadie, ahora me ahogaba en ellos. Porque Gia había amado a un tipo que no era yo. Porque ese tipo la había tenido y, aun así, la traicionó. Porque ella, en algún momento, lo eligió a él.

Y yo llegué demasiado tarde.

Me reí, pero el sonido fue amargo, vacío. Me odiaba un poco en ese momento. Odiaba la forma en que me revolvía el estómago imaginar a Gia con otro. Odiaba cómo me carcomía la envidia por un pasado que no podía cambiar. ¿En qué me convertía eso? ¿En alguien mezquino? ¿En un egoísta que quería borrar todo rastro de aquel idiota solo porque no soportaba la idea de que Gia hubiera estado con él?

Tal vez.

Pero por más que me ahogara en ese mar de celos y frustración, no estaba dispuesto a rendirme. No ahora. No cuando ella misma me había dado la clave sin darse cuenta.

"¿Tú eres el nuevo novio?"

Las palabras de ese chico volvieron a mí con claridad, como un golpe directo en el pecho. Gia había dicho que estaba con ella, sin intención real, pero había sido tan fácil, tan natural... y nadie lo había dudado.

Entonces, ¿por qué no aprovecharlo?

Fingir ser su novio. Jugar el papel que ella ya había presentado.

No solo para mí. No solo para apaciguar mis estúpidos celos y borrar cualquier vestigio de ese imbécil en su vida. Sino también por ella. Para que ese idiota supiera lo que había perdido. Para que Gia tuviera a alguien que la cuidara, alguien que no la traicionaría.

Aunque fuera solo por un tiempo.

Aunque fuera una mentira.

Porque, después de todo, ¿qué daño podía hacer?

🖌

Supongo que mientras más anhelas algo, más lo atraes, o al menos eso me paso queriendo conocer a la escoria del ex de mi chica.

Muchos chicos se habían aglomerado a que les de consejos de pintura. No tenían talento para pintar, no podía decírselos, no los quería hacer sentir tan mal. Me estaba aburriendo el echo de solo ver pinturas desproporcionales y con carencia de magia.

Desvié mi mirada hacia Gia, estaba muy seria, parecía preocupada o un poco asustada. Alejé a los mocosos que me rodeaban y le tomé el dedo medio y el anular, jugué con ellos distraídamente, para traerla de regreso a mí. Solo que por unos segundos sentía que su mirada estaba a mi espalda ¿Acaso McCoy estaba mirándome? Me di la vuelta y vi a Darla. La reconocí por la melena rubia y esponjosa que llevaba, no la conocía mucho, pero un par de veces la vi en casa de Gia. Siempre me dio malas vibras, como si envidiara a Gia de alguna manera.

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