Hambre

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Vampire Week #3: Canon.


"Hambre"

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"Podría sentir diariamente un pinchazo de hambre por ti y encontrar alimento con solo mirarte."

Kwon Jiyong observaba absorto a su mejor amigo repetir la coreografía una y otra vez, su expresión frustrada le agregaba un poco más de diversión, pero el sudor corriendo por su cuello y frente le hacían tragar con fuerza. Todos a su alrededor solían bromear con la mirada "voraz" con la que observaba a Choi Seunghyun, "pareces querer comértelo" decían, entre risas, Jiyong se obligaba a reír también, mientras la sed se aferraba a su garganta con desesperación.

Conocía a Seunghyun desde que eran niños, habían jugado juntos, reído y compartido tanto, era doloroso desearlo de ese modo. Siempre había creído que estaba enamorado de Seunghyun, incluso antes de convertirse en lo que era ahora, pero, entre más pasaban los años, el deseo se hacía tan profundo que era asfixiante y difícil de definir.

Se había jurado que su condición inhumana no truncaría sus sueños de ser una estrella, lograría ser un gran cantante, de alguna forma se las arreglaría con lo demás, y lo había conseguido. Sus padres le brindaban la mayor ayuda, dándole el sustento de sangre que requería cada semana y, algunas noches desesperadas, él mismo se aventuraba a las oscuras y solitarias calles de Seúl, buscando una presa. No estaba orgulloso, pero él no había pedido ser lo que era.

Encontró el equilibrio entre el monstruo que vivía dentro de él y su casi nula humanidad para perseguir su sueño, el sueño del niño que había sido alguna vez. Ser un vampiro no era tan desagradable como en la ficción, era horrible tener que beber sangre, pero podía consumir otras cosas, la sangre simplemente le permitía estar sano. No había sarcófagos ni un cuerpo que se dividiera en murciélagos, ni muchos menos carbonizarse bajo el sol. El único indicio en su cuerpo era la piel pálida y los colmillos que se desplegaban cuando cazaba.

Fuera de eso, era bastante normal, o al menos lo intentaba. Sabía que no había nada normal en desear tanto probar la sangre de su compañero y amigo. La mayor parte del tiempo fantaseaba con morderlo y succionar un poco del líquido rojizo, estaba seguro de que sería delicioso, porque Choi Seunghyun olía delicioso.

─ ¡Comienza de nuevo!

La fuerte voz del coreógrafo cortó su línea de pensamiento, viendo a Seunghyun maldecir y comenzar la rutina una vez más. Sus miradas se conectaron por el reflejo del espejo, y Jiyong le sonrió, intentando animarle un poco. No era muy bueno bailando, y su entrenador estaba de mal humor, por lo que pasarían un par de rondas más para que le dejara descansar.

Vio a Seunghyun esforzarse hasta desfallecer, con aquella tenacidad que le había enamorado en primer lugar. Deseaba a Seunghyun, de muchas formas; Deseaba su sangre, porque olía tan deliciosa; Deseaba besarlo y tocarlo, y ser tocado de regreso; Deseaba despertar a su lado y darle un beso de "buenos días"; Deseaba tenerlo cerca, para siempre.

Pero "siempre" era un periodo de tiempo muy grande para él, y dudaba que Seunghyun se tomara de buena gana su naturaleza, con suerte, conseguiría otra larga sesión de toqueteos en el baño del departamento cuando terminara el ensayo.

Estar enamorado de tu mejor amigo y ser un vampiro apestaba.

...

Cuando los mayores del grupo (Seunghyun, Youngbae y él) decidieron que debían festejar sin los menores y beber alcohol, no pensó que de verdad Seunghyun y Youngbae perderían el sentido. Por su parte, el alcohol era algo que no afectaba su súper cuerpo, podía beber sin parar y nunca embriagarse, por lo que la fiesta de tres no había resultado tan divertida como había pensado en un principio. Era divertido reírse de Bae hablando de lo aterradoras que le resultaban las chicas, mientras se abrazaba a una almohada, Seunghyun sólo se reía de él, mientras imitaba los pasos de baile de Michael Jackson y tropezaba con todo a su paso.

Gotas de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora