El bullicio del restaurante continuaba mientras los niños jugaban en las maquinitas, pero Lexie y Greg estaban en la mesa con los mayores cuando la conversación tomó un giro inesperado.
Eric, con el tono de alguien que intentaba mantener la calma, anunció:
—Mañana será un día muy emotivo, hay que esparcir las cenizas del entrenador.
Lenny asintió solemnemente.
—Es verdad.
Rob, con un aire más serio, agregó:
—El entrenador solicitó que esparciéramos sus cenizas en el lago. Tengo planeada una hermosa ceremonia.
Sally, con curiosidad, miró a Lenny.
—¿Tendrán tiempo mañana? ¿A qué hora se van?
Eric frunció el ceño, confundido.
—¿De qué habla?
Rob también lo miró, sorprendido.
—¿Cómo que te vas?
Lenny suspiró, dándose cuenta de que había olvidado mencionar algo importante.
—Ay, olvidé decirles, tenemos que irnos por la mañana.
Marcus, incrédulo, se inclinó hacia él.
—¿Cómo que se van de la casa?
Eric se cruzó de brazos, negando con la cabeza.
—¿De qué hablan? No se pueden ir, tenemos la ceremonia mañana.
Deanne soltó una risita, segura de que todo era una broma.
—Ay, es Lenny, seguro está bromeando.
Pero Lenny negó con la cabeza.
—No, no, no. Nosotros queremos estar ahí, solo que tenemos que ir a Milán.
Marcus alzó una ceja.
—¿Milán qué? ¿Italia? ¿Y qué hay en Milán?
Lenny se encogió de hombros, como si no fuera gran cosa.
—Es bonito y allá Roxanne presentará su línea de otoño.
Roxanne intervino, con la frente en alto.
—Semana de la moda.
Greg, que hasta ahora solo había escuchado, soltó con emoción:
—Tres noches en el Four Seasons… Increíble. Juegos junto a la piscina, PlayStation 3 en cada habitación y lindas bubis en la televisión italiana.
Lexie parpadeó, sin poder creer lo que estaba oyendo.
—¿Espera, qué? —dijo, girando la cabeza rápidamente hacia Greg.
Pero antes de que pudiera responder, Eric se levantó de golpe.
—¡Iré a Italia!
Sally le lanzó una mirada fulminante.
—¿Ah, sí?
Eric carraspeó, dándose cuenta de su error.
—Digo… IREMOS todos. Todos. No se los dije, era una sorpresa. ¡Arruiné la sorpresa!
Rob negó con la cabeza.
—Lenny, no será lo mismo sin ti. Además, ¿no puede ir Roxanne primero y luego tú la alcanzas?
Lenny se mantuvo firme.
—No, somos un equipo, mi señora y yo. Todo lo hacemos juntos. El otro año faltamos al recital de Becky por Milán, y no puedo hacerle eso otra vez.

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Más que amigos
HumorLexie Lamonsoff nunca pensó que un verano con su familia la haría revivir la infancia de su padre... literalmente. Tras la repentina muerte del entrenador Buzzer, Eric Lamonsoff y sus amigos se reencuentran, trayendo consigo recuerdos, risas y una n...