🩸Donde Park Jimin tendrá que ir a un internado de Vampiros.
Jimin al ser un diluido; o sea un vampiro humano, fue uno de los casos más sonados, pues nació de una humana. La cual murió al dar a luz.
Su padre le odia por lo que lo deja a su suerte...
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La habitación estaba oscura, no se podía ni escuchar un solo grillo en todo el lugar, parecía abandonado. Bueno, de cierta manera lo era, solo estaba él, empacando sus cosas para irse a un lugar donde sabe que no será bienvenido.
Jimin doblaba su ropa, metía sus libros favoritos listo para irse, no le quedaba otra opción. Su padre le dejó solo. Era lo mejor se decía así mismo, para que quería estar con él después de lo que intento hacerle.
Cierra la maleta, se sienta un rato en su cama mirando la ventana. Sentía mucha tristeza de abandonar su casa, dónde creció y aunque no fue feliz todo el tiempo, esta casa fue donde su madre vivió felizmente. Dejarla le costaba, pero su padre le ha dejado, le ha dicho que no lo quiere ver ni en pintura; lo culpa por la muerte de su madre, lo cual no tiene sentido.
El no pidió nacer, mucho menos pidió que le dejaran vivir, si está sería su vida eterna, para que hacerle la crueldad.
─Toc toc... Lamentó interrumpir tus pensamientos, pero tenemos que irnos. Aún tenemos que comprar tus cosas y el uniforme, necesito que tengas varios de la mejor costurera de Londres.
Le interrumpe su tío Park Hyung-sik, mirándole con esa sonrisa que lo caracteriza; amable, tierno, alguien tan diferente a su padre.
─Ya voy.
Se levanta y toma su maleta, le echa una última vista a su habitación. Su tío toca su hombro con un poco de pena.
─Lamento que las cosas salieran así, yo sé que tu padre te quiere, solo que...
─Nada ─Le interrumpe Jimin─. A él no le importaba, no trates de decir que me quiso por qué no fue así. Sé que me odia.
─No lo digas de esa manera.
─Es la verdad ─Lo mira fijamente─. Si no hubieras llegado ese día, créeme que él me hubiera matado.
Le recuerda. Hyung-sik calla, no tenía palabras para responder eso. Jimin salió de la habitación para irse de una vez, no quería estar más tiempo en este lugar, incluso si le duele dejar su hogar, no quería lidiar más con su padre.
Hyung-sik dejó salir un suspiro pesado, dio la vuelta y subió a su auto para dar marcha. Jimin abrochó el cinturón de seguridad, no dijo nada más, quedó en silencio mirando por la ventana. Las horas pasaron rápidamente, comprando lo que utilizará en aquel internado, dónde se supone que estudiara y cuidaran de él.
Claro que él no quería ir aún internado lleno de vampiros, no es una sorpresa que los vampiros de sangre pura sepan de su existencia. Un mitad vampiro y mitad humano fue la revelación del momento, fue la noticia más hablada en Londres. Un niño que no debió nacer, que ensució el linaje de los vampiros, jamás debió pisar este mundo.
Con sólo 117 años sabe que esos Vampiros no lo quieren en su mundo, por eso vivió en el mundo humano, con su padre durante años. Escondidos y viajando de país en país para que nadie supera su edad verdadera. Ya no sabe Jimin cuántos años, ni cuántos nombres ha tenido a lo largo de su vida.
