Hace cincuenta años atrás, un científico loco, respaldado por la financiación de un multimillonario aburrido y excéntrico, creó una especie de humanos modificados genéticamente con ADN de algunos animales.
El resultado de estos experimentos, trajo muchas fallas y años, y años, de arduo trabajo, dejando en medio muchos productos deficientes, hasta alcanzar con lo que actualmente se conocen cómo "Los mutantes".
O cómo a mí me gusta llamarlos, Mutans.
Hoy, estos mutantes viven en una isla especial, alejados de la sociedad humana por ser considerados aberraciones genéticas. Ya saben, la religión está en contra de todo lo que es diferente.
Y nadie sabe realmente, como es que después de tantos años, ellos se ven. ¿Serán como animales andando en sus patas traseras? ¿Tendrán características animales y humanas a la vez? ¿Serán más fuertes? ¿Más altos quizás? ¿O tal vez-?
—Gala, es hora de ir a clases, apaga esa cámara de una vez.
—¡Pero mamá! Estoy haciendo un video para mí blog sobre los Mutans ¡Ya casi termino!
—Que no existen, hija —pronunció su progenitora entrando en la habitación, siendo enfocada por la cámara—. Apaga eso, y termina de alistarte.
—¡Claro que existe! Hay un archivo que fue desclasificado en dónde dice que el doctor Alfred Hudson y la genetista Emilia Silverstone, trabajaron en equipo, bajo la financiación del-
—Gala —la interrumpió con una expresión cansada.
—Del multimillonario Steven Washburn, crearon nuevos seres mutantes.
—Ya hija —le dijo con calma, sentándose en la cama que estaba junto al escritorio de la preadolescente—. Le dije a tu padre que no sería buena idea regalarte un celular, y mucho menos, que tuvieras acceso a internet. Escucha, hay muchas historias fantasiosas que la gente lunática cuenta, y que están tan bien estructuras, que parece que fueran ciertas, pero-
—¡Pero es real, mamá! —exclamó la jovencita, con frustración—. Mira, lee esto —le dijo cortando la filmación, enseñándole desde su celular una página web—. Tanto los científicos, como el tipo ese rico, existen, son reales.
—Sí, mi amor, nadie niega la existencia de esas personas, pero lo que no es verdad, es la historia de los mutantes.
—¡Los Mutans son reales!
—Okay —suspiró, devólviendole el celular—. Vamos, termina de alistarte, antes de que se haga tarde.
—No me crees —murmuró afligida.
—Gala, tú sabes que siempre te apoyo en todo, pero lamentablemente-
—Como sea —pronunció poniéndose de pie, pasando por su lado para tomar su mochila y salir de la habitación.
Sí, tenía trece años y podía ser muy influenciable e ingenua por ser una "niña", ¡Pero ella sabía que era verdad! ¡Los Mutans eran reales! Y cuando fuera grande, se lo demostraría a todos.
...
Ya me limité con gatitos y lobitos, hagamos este universo más grande aún ❤️🫶🏻
