Capítulo 36

3.7K 325 83
                                    

Noah

Los días parecen avanzar más rápido por alguna razón; no me gusta.

El primer golpe es el juicio de mi padre; Lucía y mi madre dicen que 30 años no son suficientes; yo, en cambio, me siento mal por una parte. Es mi padre, al final del día… ¿no?

Extrañamente, una parte se siente bien al saber que no se opondrá más a lo que me guste; todas mis emociones son confusas, quiero gritar, quiero llorar, quiero huir.

Flashback

Mi cuerpo busca la manera de correr; desesperada, apresuro cada paso, pero en vez de tomar velocidad, cada paso es más lento y pesado que el anterior. Aquella figura se acerca; no quiero averiguar por qué, solo quiero escapar.

Es inútil; me ha atrapado.

— Noah — abro mis ojos abruptamente, mi pecho sube y baja, buscando saciar la necesidad de aire.

Miro a mi lado, juro que sus ojos brillan aunque todo esté oscuro, me miran preocupados.

El abrazo es impulsivo; ya no tengo necesidad de huir, quiero quedarme, su aroma tan embriagador me da la paz que necesito.

— Lo siento — logro susurrar contra su cuello — Tuve una pesadilla.

Los toques suaves en mi cabello me hacen suspirar, me siento más calmada.

— Es normal, hoy no será un día bonito — presiono aún más su cuerpo contra el mío — Esto… ¿has pensado en tomar terapia? Quiero ayudarte, pero el amor no es una varita mágica que va a curar todos los males, es como… una medicina que se receta, por eso muchas profesionales recomiendan estar rodeado de personas que te aman y apoyan, yo estaré a tu lado siempre.

Sé que el amor no es la solución a todo, eso es creer que la aspirina cura el cáncer. Sin embargo, el amor es una fuerza que supera la comprensión humana, y esa misma fuerza es lo que te ayuda a ser mejor; si bien no es la cura, es el complemento perfecto para poder sanar.

No quiero creer que lo que pasó con mi padre me ha dejado secuelas como esta, pero no se puede evitar.

— Sí, creo que sería lo mejor — me mira con orgullo.

— Volvamos a dormir.

En un pequeño impulso la empujo para que se acueste, y yo encima de ella; Lucía es mucho más cómoda que una cama.

Fin del flashback

Mi madre también se une a la sesión de terapia.

No soy la única que sufrió el abuso de mi padre; ambas tenemos tan normalizado eso, que hace unas semanas no lo consideraba abuso, sino solo un mal padre que era estricto; el ambiente en el que viví me hizo creer eso, pero ahora sé que todo lo que he vivido es solo una red de abuso emocional que mi padre ha tejido con los años.

El segundo golpe es no ver a Lucía; las actividades del colegio llegan, y sé que estará ocupada, pero no creí que mucho tiempo, qué equivocada estuve.

El tiempo con Lucía se reduce a las noches en las que se escapa a mi habitación, donde sigo quedándome.

Mamá decide vender aquella casa, ya que siempre fue suya; los Pérez nos ofrecen quedarnos hasta que consigamos otra casa o un departamento para ambas. El padre de Lucía está ayudando a mi madre con eso; él es experto en ese tipo de cosas, ya que su trabajo va por ahí.

Algo que no espero, es…

Flashback

Miro con incredulidad a aquella chica que creía mi amiga; y aunque mi corazón la sigue considerando así, no puedo evitar romperme cuando confiesa ser ella.

— Lo siento, me obsesioné demasiado con ser la mejor; la primera vez, lo olvidé, porque sabía que fue un error de niñas y aún no nos conocíamos completamente; solo creí que estarías conmigo temporalmente, luego la segunda vez, fue porque quería tener el primer lugar y ganar la beca, sabes que mi madre no podrá pagar una universidad, y cuando me di cuenta ya era tarde, quise remediarlo pero no pude, me puse de tu lado porque siempre debió ser así, te quiero, Noah, lo sabes, siempre lo he demostrado, por favor, perdóname.

Su voz se quiebra lentamente; cada palabra sale con un ligero temblor.

De las dos confesiones que me hace, la de que le gusta Lucía la comprendo; es difícil no enamorarse de ella. Puedo soportarlo.

Lo que no puedo soportar es saber que mi mejor amiga fue la causante de que, indirectamente (aunque no fue ella), dañó mi ser haciéndome dudar de mi físico, mis capacidades; tal vez no me lo dijo directamente, pero inició todo para que me desestabilizara; lo había conseguido, y nunca lo admitiría frente a ella o las personas que hicieron lo mismo.

— Haz algo, por favor, ódiame o grítame, me lo merezco.

Mis ojos van a los suyos; aquellos se ven suplicantes, no sé si creerle, la sigo queriendo y realmente yo me creo incapaz de hacerle daño; no voy a ser como ellos, por más daño que me hagan.

Una vez escuché que a las personas buenas siempre les falta algo de maldad; tal vez a las personas les falta ser como yo, no puedo guardarle rencor sabiendo que la quise.

Sé que si no hago nada contra ella, le dolerá más, pues noto cómo su mirada suplica por una redención, un perdón. Si no hago nada, sabrá que lo que hizo fue aún peor. Es un daño colateral que, aunque no quiero hacer, haré.

— Espero que nos volvamos a ver en unos años, Sofía  gracias por todo.

Fin del flashback

El corazón se me rompe, los besos en mi rostro que Lucía me da esa noche son como gotas que cierran cada grieta que habían abierto. Es difícil resistir a sus labios, pero un beso no va a ser daño; de todas formas, fui yo quien se lo robó.

En cuanto a mi ingreso a Boston, tengo que hacer una audición; debo tener una entrevista y demás, el idioma no es problema, lo domino lo suficiente y estos días he practicado más, Lucía me da la seguridad que necesito. A mi madre no le sienta bien que me vaya a Boston, pero luego accede y me da todo su apoyo. Los profesores siguen manteniéndose comunicados conmigo, aunque no esté; están dispuestos a darme la carta de recomendación que necesito.

La graduación pasa, no fui y no tenía ganas; en cambio, sé que ese día iré a grabar la canción para postular a Berklee, estuve dudosa sobre qué canción elegir; al final, elijo una clásica de jazz.

Miguel me pregunta si la he escogido por una serie que en realidad nunca he visto, así que tengo que darle una historia de la canción para él.

"Fly Me to the Moon" es una canción de jazz muy popular, compuesta originalmente en 1954 por Bart Howard bajo el título "In Other Words".

La canción fue escrita originalmente como una balada romántica, pero rápidamente se convirtió en un estándar de jazz. La versión más conocida es la interpretada por Frank Sinatra en 1964, que la popularizó a nivel mundial.

La canción ha sido interpretada por numerosos artistas, incluyendo a Ella Fitzgerald, Diana Krall, y muchos otros.

Un dato curioso es que la versión de Frank Sinatra que grabó en 1964 se asoció con las misiones Apolo.

No es la única que grabo, pues para demostrar mi versatilidad escojo una canción de James Arthur, una que me recuerda a Lucía.

Medicine.

La canción de James Arthur es tan conmovedora; si tuviera que elegir una para dedicarle a Lucía, seguramente habría un millón, pero Medicine, esa es la que la define en todo este tiempo.

Después de todo, el amor que me dio desde que la conocí fue medicina para mí.

Ese día ella está presente; recuerdo aún los nervios de oír mi voz en un estudio profesional, porque sí, a Lucía se le ha ocurrido la grandiosa idea de alquilar uno para mí.

Mi madre y ella están presentes; ambas se ven orgullosas de mí. Es emocionante sentir que en un futuro próximo podría estar en un estudio de grabación solo para mí.

El día que envío mi audición a Berklee estoy más de una hora viendo que todo esté meticulosamente perfecto; reviso más de una vez que todo esté en su lugar; no quiero fallar en nada.

Mi corazón quiere salirse de los nervios cuando subo las canciones para la audición; mi carta de presentación demuestra que la música es lo que más amo y lo que quiero hacer siempre; aunque a veces dude de mis capacidades, estoy más que segura de que quiero lograrlo, y aunque la respuesta de Berklee no sea positiva, no voy a rendirme con esto. No me olvido de adjuntar la carta de recomendación de los profesores que me han ayudado y animado.

Los días siguientes son una espera tortuosa; aunque ahora Lucía tiene más tiempo para estar conmigo ya que las clases han terminado, y ella dice que el siguiente año ya no volverá pues el profesor al que reemplazó ya está bien; le han ofrecido trabajar ahí como una nueva maestra, pero lo rechaza; ella también irá tras sus sueños, junto con su abuela.

Mamá consigue un apartamento y despedirme de Lucía es doloroso; me he acostumbrado a su calor en las noches, aunque eso no es impedimento para vernos a diario; mi madre se ha hecho más amiga de la señora Pérez, así que casi cada tarde vamos a verlos.

Navidad pasa más rápido de lo imaginado; aunque ese día mamá y yo esperamos pasarlo a solas, no estamos acostumbrados a celebrar ese tipo de festividades, papá nunca lo hacía, pero… los Pérez llegan a nuestra casa; es mucho más acogedor; Lucía me cuenta que ha estado trabajando en unos diseños que tenía en mente y su abuela la ha estado ayudando; la familia Pérez es de muchos contactos, los he notado el tiempo que viví con ellos. Lucía trae muchos regalos ese día, pero lo que me hace más feliz es tenerla a mi lado; es mi primera Navidad con ella.

Hoy es año nuevo, así que estamos en la casa de los Pérez; nos invitan a pasarlo con ellos.

En realidad, justo ahora yo estoy lavando los platos; tengo que ayudar en algo.

Lucía está en su teléfono. El sonido de una notificación llega, es mi teléfono.

— Mochi, ¿puedes ver qué es? — Ella toma mi teléfono sonriente.

Comienza a mirar; yo vuelvo a concentrarme en los platos.

— Noah… — la sonrisa de Lucía ha crecido, se levanta y me mira feliz — Es de Berklee.

Me muestra el correo que dice: "Berklee College of Music Application Update".

Mis manos tiemblan y comienzo a reír por el nerviosismo.

— ¿Puedes… puedes leerlo tú? Me da miedo — admito; asiente feliz.

— Querida Noah — comienza a leer mientras mis nervios van en ascenso — Nos complace informarle que su solicitud de admisión a Berklee College of Music ha sido…

Ella borra su sonrisa; mi corazón se detiene imaginando lo peor.

— Noah, lo siento — no puede ser… — ¡Lo siento, tú, tendrás que empacar tu maleta! ¡Has sido aceptada!

— ¡AAAAH! — aún con las manos mojadas me lanzo encima de Lucía; la alegría hace explosiones dentro de mí; grito, salto con Lucía en el abrazo, no puedo evitar llorar mientras río.

Mi madre, Miguel y sus padres aparecen alarmados y asustados.

— ¡¿Qué está pasando?! — mamá está asustada.

— ¡Noah ha sido aceptada en Boston! — a los segundos ya todos me felicitan, sigo emocionada.

Lucía me da mi teléfono, puedo ver toda la información con una mezcla de incredulidad y euforia. La fecha de inicio de clases, los trámites de matrícula, la información sobre el alojamiento… y la frase que me deja sin aliento: "Bienvenida a Boston".

 *

— Te lo mereces — Lucía besa mi mejilla, haciéndome más feliz.

— Gracias, si no hubieras llegado a mi vida, tal vez nunca lo hubiera intentado.

Ambas estamos afuera de su casa, listas para recibir un año nuevo juntas; vamos a ver los fuegos artificiales.

— ¿Lista para un año nuevo? — ella mira el reloj en su muñeca — Y… 10.

Contamos juntas; estoy atenta mirando el cielo; cuando el número 1 llega, el delicado tacto de la mano de Lucía gira mi rostro hacia ella.

Un beso de media noche; los fuegos artificiales me hacen sentir que estoy en una película.

Es increíble la forma en la que me sigue emocionando poder tocar sus delicados labios; un beso suave, el cual termina con una risa traviesa por su parte.

— No le digas a tu madre — ahora yo soy quien ríe.

— Oh, créeme, es lo primero que iba a hacer — le robo un pequeño beso antes de separarme completamente de ella.

Ella me abraza por detrás; sus manos pasan alrededor de mi cintura; cierro los ojos.

— En unas semanas tendré que irme, sabes, me dolerá hacerlo, pero me emociona, es como un salto al vacío, uno que estoy dispuesta a dar.

Lucía inclina su cabeza hasta mi hombro; su cálida respiración me hace cosquillas en la mejilla.

— Me alegra, ¿sabes?, aunque no podamos estar físicamente, siempre que me necesites, llámame; estas semanas serán específicamente para ti, señorita Sandoval; esta semana puedes hacer lo que quieras conmigo.

— ¿En serio? — aunque no me ve, pongo una sonrisa maliciosa — Si ese es el caso, hay muchas cosas que quiero experimentar contigo.

Aunque ella no lo sepa, puedo sentir el sonido de su corazón acelerándose.

Es tan tierna.

Será difícil estar lejos de ella.

Mi Ángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora