Akane caminaba por la calle después de cerrar su tienda de ropa. La noche estaba tranquila, pero de repente, un auto apareció a toda velocidad. Antes de que pudiera reaccionar, el vehículo la embistió brutalmente, lanzándola varios metros. El conductor no se detuvo y escapó del lugar.
Anri pasaba por allí y vio a Akane tirada en el suelo, cubierta de sangre.
Anri: ¡Akane! ¡Aguanta, llamaré una ambulancia!
Akane intentaba hablar, pero su voz era débil. Anri marcó rápidamente y en cuestión de minutos la ambulancia llegó. Los paramédicos la subieron, mientras Anri se quedaba a su lado.
Akane: Anri... por favor... cuida de Isagi...
Anri: No digas eso, vas a estar bien. Solo aguanta un poco más.
Akane: Díselo... dile que lo amo...
Esas fueron sus últimas palabras antes de que su cuerpo se quedara sin fuerzas. Los paramédicos intentaron reanimarla, pero fue inútil. Akane había muerto.
Mientras tanto, en la casa de Isagi, él sintió un escalofrío repentino, despertando de golpe. Miró a su alrededor y vio a Bachira durmiendo en el sofá.
Isagi: Oye, Bachira, despierta...
Bachira: ¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Por qué me despiertas tan temprano?
Isagi: No lo sé, tengo un mal presentimiento.
Ambos fueron a la cocina y encontraron a Rin sentado frente al televisor, con los ojos rojos y una expresión de tristeza profunda.
Isagi: Rin, ¿qué te pasa?
Rin no respondió. Solo señaló la pantalla. Isagi y Bachira miraron la TV y lo que vieron los dejó en shock.
Reportero: "Última hora: La joven Akane, conocida diseñadora de ropa y hermana del futbolista Rin Itoshi, ha fallecido tras ser atropellada por un auto que se dio a la fuga. Se reporta que la víctima estaba embarazada al momento del accidente, pero el feto ha logrado sobrevivir y está siendo atendido en el hospital..."
Isagi sintió como si el mundo se le viniera abajo. Su vista se nubló y sus piernas temblaban. Akane... la mujer que amaba... su hijo... ella ya no estaba.
Bachira: No puede ser...
Rin se levantó de golpe y golpeó la mesa con furia.
Rin: ¡Voy a encontrar al maldito que hizo esto! ¡Lo juro!
Isagi no podía hablar. Solo cayó de rodillas al suelo, con los ojos llenos de lágrimas. Akane se había ido, pero su hijo aún vivía. Ahora, tenía algo más por qué luchar.
Continuará

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anri x isagi
Romanceestá pareja me gusta mucho y intentaré hacer la mejor novela de ellos dos