𝐘𝐨𝐮 𝐀𝐫𝐞 𝐌𝐢𝐧𝐞. | 𝐒𝐪𝐮𝐢𝐝 𝐆𝐚𝐦𝐞. | 𝐈𝐧 𝐇𝐨 - 𝐆𝐢 𝐇𝐮𝐧.

VIII

| ¡Hola, hola!

Feliz San Valentín a todos.
Espero que tengan un buen día y les regalen muchos chocolates o ramos.

Lamento la demora del episodio, pero no me había sentido con ánimos además de que tengo un pequeño emprendimiento y eso me consumió tiempo.

En fin, espero seguir escribiendo algo que sea de su completo agrado. Y que la historia cumpla con sus expectativas. ♡

Para nadie era una sorpresa que la mayoría de jugadores restantes estuviesen con los ánimos bajos, después de todo muchos se habían juntado con sus personas de confianza para aquel juego. Por ello muchos se sentían culpables de la muerte de estos, aunque no lo era del todo debido a que no sabían la naturaleza del juego.

Claro que la única excepción era aquel tipo que parecía un matón y sobretodo Sang-woo, él era el que más feliz estaba. Había acabado con uno de los traidores y solamente le faltaba uno, el alfa miro hacia el rincón donde estaba Sae-byeok quien tenía en sus brazos a un Omega que no dejaba de llorar como si el mundo se le haya acabado.

— Te lo mereces . . . — Murmuro sang-woo mientras se recostaba en una de las camas que se encontraban vacías con una sonrisa burlona en el rostro. — Te mereces todo el dolor que estas sintiendo, y todo el dolor que te hice sentir.

Mientras tanto Gi-hun se encontraba abrazado a Sae-byeok mientras sollozaba, sus hombros temblaban debido al llanto que este sentía. La Omega dejaba suaves caricias en los cabellos del mayor mientras lágrimas silenciosas bajaban también por sus mejillas, ambos estaban sufriendo la pérdida de personas que se habían vuelto cercanas a ellos en esos malditos juegos.

— No pude detenerlo, Sae-byeok . . . Ese señor se sacrifico por mi y no pude hacer nada.

Sae-byeok dejó escapar un sollozo mientras abrazaba con más fuerza al mayor, intentando no seguir llorando después de todo podían llamar la atención aunque eso era lo de menos en esos momentos.

— Ahora sólo podemos vivir bien . . . Sobrevivir por aquellos que se sacrificaron por nosotros, hacer que haya válido la pena la pérdida y  la muerte de ellos. — Murmuro mientras se separaba levemente para después limpiar las lágrimas del mayor, quien le miro con los ojos ya levemente hinchados debido al llanto. Por su parte ella no podía dejar de pensar en ella, en aquella chica que le había hecho sentir que no era rara, que podía confiar en alguien más que su hermano y gi-hun. — Se los debemos, para que no haya sido en vano . . .

Murmuro mientras el mayor limpiaba las lágrimas de las mejillas de la menor, sin duda a ese punto ella era lo único que le quedaba. La única persona que le podía mantener cuerdo.

— Gracias, Sae-byeok eres como una hija para mi.

Susurro este antes de abrazar ahora él a la Omega, quien no dudó en llorar. Dejando salir todo el dolor que sentían, pues en esos momentos se sentían vacíos. Lloraban por Il-nam, por esa chica y por Ali así como por ellos mismos.