Capítulo 2

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- ¿Quién eres? - Pregunté mirándolo mientras que me ayudaba a sostenerme. Sé que me he cruzado con él en el colegio en más de una ocasión, pero desconocía completamente de su nombre o apellido, y a pesar de que se me hacía un poco conocido su rostro, no era capaz de pensar en ese momento.

- Luego te lo respondo-

¿Qué? ¿En serio no me diría su nombre?

Llega, me ayuda y ni siquiera responde a mi pregunta, lo entiendo un poco, pero hubiese preferido saberlo.

Él miraba cada uno de los movimientos que realizaba Lapis, hasta yo sabía que eso no lo detendría por mucho.

-Ven, sostente aquí. -Me guió hasta una pared a la que pude sostenerme, quedé mirando cada uno de sus movimientos sin responderle.-

Lapis llegó de sorpresa para el chico (que hasta ahora desconocía su nombre) y lo golpea. El golpe le pega directamente en su rostro, y fue algo que no pudo evitar, aún así, el chico se recompuso rápidamente y le propinó varios golpes más. Ambos estaban a la altura uno del otro, si no conociera a Lapis diría que el chico recién llegado tenía un poco más posibilidades de ganar, pero sé bien que ha estudiado artes marciales y ahora mismo temo por lo que fuese a suceder. Aprovechando la distracción de los dos y sosteniendome de la pared caminé lejos de ellos.

En su parte si el chico extraño ganaba, quién sabe qué se le ocurriría hacerme, y si ganaba Lapis, me obligaría a volver con él. No estaba conforme con ninguna de las dos opciones.

Aproximadamente dos minutos de los que se hicieron eternos mientras caminaba muy mal sosteniendome aún de la pared, guardandome todo el dolor que sentía para mí misma.
Hasta que de pronto una mano tocó mi hombro.

- Por favor suéltame, no me hagas daño - Murmuré al ver que se trataba del chico, él aún sin entender solo me miró extrañado.

- Tranquila - Sacudió su cabeza - Estás lastimada, ven te llevaré a casa- Se acercó a mi nuevamente tratando de ayudarme a caminar, este chico está loco.

- ¿Qué te sucede? ¿Acaso crees que me iré con un extraño? - Continué sosteniendome de la pared, pero esta se acabo. Era un cruce de calles. No había mas paredes hasta la próxima calle.

¡Joder!

- Mira, yo solo traté de ayudarte y si tú no quieres más mi ayuda me iré. -Respondió ahora él también enojado-

- Bien, yo nunca te pedí tu ayuda - Mantuve mi posición, tampoco quería que creyera que yo no podía defenderme sola-.

- Como digas - Se dio media vuelta y se dispuso a caminar-.

Cállate Bra, este chico solo quiere ayudarte y mira como lo estás tratando.

- Espera... - Murmuré por lo bajo a la vez que giraba la mirada para evitar verlo.

Se dio media vuelta y casi prediciendo lo que iba a decirle sonrió mientras sostenía su mano sobre su hombro izquierdo como si este estaba causándole algún tipo de dolor. No fui capaz de decir otra palabra, solamente lo miré y él lo entendió acercándose entendiendo lo que le pedía, rodeó mi brazo en su cuello y me ayudó a caminar. No fue mucho, pero supe que llegamos al sentir el sonido de un auto, no se fue difícil diferenciar el sonido de las puertas al desactivarse el seguro, y luego la puerta del copiloto al abrirse.

Bra, como es que puedes irte con desconocidos...


- Tranquila - Repitió por milésima vez ayudandome a subir al asiento- No te haré daño- Cerró la puerta y dio una vuelta al auto y subió por la puerta del piloto.

Yo tan solo tragué saliva, aún no me sentía del todo segura.

- ¿ Corporación Cápsula ? -

- ¿ Eh... ? - Me quedé helada, en mi vida había mencionado donde era mi casa a personas agenas a mi círculo, aunque el ser miembro de una familia de renombre implicaba ser conocida... - Sí... - Respondí no tan segura de mis palabras, pero no todos los días te encuentras en peligro y aparece alguien para salvarte.-

Él solo echó una pequeña risa, a la cual no fui capaz de responder ni entender su actitud en un momento como este, es más, no creo que lo haya dicho con la intención de que yo respondiera, solo me quedé con la mirada puesta hacia delante mientras se hacía el recorrido a casa.

El auto iba en completo silencio, ni siquiera los sonidos de la calle podían sentirse debido a de como incómoda me encontraba, que vergüenza.

Emití un gemido de dolor al sentir una puntada sobre la torcedura en mi tobillo.

- Veo que te torciste tu tobillo, ¿Te duele? - Continuó con sus manos en el manubrio del choche.-

-No, no me duele -Respondí tratando de aguantar el dolor.

De un momento a otro giré para verlo bien, su mirada estaba concentrada en el camino y sus brazos musculosos estaban aferrados al volante, pero debajo de su ojos podía notarse una cicatriz que no paraba de sangrar.


Sus brazos estaban regados de moretones y lastimaduras abiertas con sangre. Giré mi mirada a un lado contrario a él de tan solo imaginarme, ¿Cómo habrá quedado Lapis luego de esto? Miré mi tobillo, este estaba hinchado y morado.Y tan solo llevaba un tacón, había perdido un tacón en la calle.

- Llegamos - Dijo acabando de llegar a el estacionado en frente de la casa- Oye aquí esta tu bolso, lo recogí en la calle....- Me lo entregó en brazos. -

- Sí - Abrí la pueta del auto - Gracias...- Lo miré y me dirigí caminando lentamente a la puerta de la casa sin siquiera esperar su respuesta ni ver como como era su reacción-

- Mamá no debe estar en casa, papá como siempre debe estar a fuera y Trunks de seguro en su práctic....-

- ¿¡Bra!? -

No quería que nadie fuera a verme en este estado, pero para mi "suerte mi hermano mayor estaba de pie esperando en la puerta.

- ¿¡Qué te ha pasado!? - Su reacción fue peor de lo que esperaba.

- Caí en una de las calles- Respondí sin mentir, era verdad, de hecho sí me había caído y más de una vez.

- ¿Caíste en la calle? - Mi hermano miró con desconfianza - ¿Y tu tacón? ¿Dónde está Lapis? - Alzó una de sus cejas y una cara de susto se formó en su rostro. - ¡Voy a matar a ese pervertido! -

¿Qué estás pensando?, ¡idiota!

- ¿Eh? ¡No! Cállate y ayúdame - Fruncí mi ceño al ver como reía. Trunks decidió al fin acercarse a ayudarme.

Campamento de a dos (Resubiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora