Después de intentar llegar al líder junto con su mejor amigo, Gi-Hun mira fracasado su plan, y ahora, el líder lo tiene en su poder, y hará lo que quiera con él, mientras la vida de sus demás amigos cuelga de un hilo.
—¡Me cansaste, viejo bastardo! —124 se abalanzó sobre el jugador 100.
Las votaciones estaban cerca, y nuevamente se había armado todo un revuelo, sin embargo, había llegado un punto donde nadie sabía lo que quería debido a las pérdidas, y el pensar que el siguiente juego sería peor, los ponía nerviosos.
—¡¿Crees que yo te tengo miedo?!, ¡Imbécil!
—¡Oye, cálmate! —los otros jugadores intentaban apartarlos, pero era en vano.
—Es mejor que no nos metamos en su asunto. —120 dijo a la anciana que miraba todo.
—Estoy asustada.
—...
—No quiero ver morir a nadie más, pero sólo uno se llevará el premio…
—No se preocupe, vamos a salir de aquí.
La anciana la miró y sonrió sabiendo que no sería así; su equipo era menos.
—¡Ya suéltalo!, ¡¿quieres perder a más de nuestro equipo?!
—¡Vamos, atrévete si puedes! —100 que era sujetado por otros que habían logrado separarlos gritó, retando.
—¡Este hijo de puta! —124 estaba aún más enfadado.
—¡Ya basta!, no es momento de pelear.
124 se apartó de los que lo tenían, y los miró con enfado.
—Será mejor que no te duermas anciano, voy a matarte.
—Que miedo te tengo. —Dijo en tono de burla.
La tensión se sentía, y lo menos que querían eran peleas en esas circunstancias.
—Empezaremos las votaciones.
Todos se miraron las caras, y se formaron para hacerlo, aunque la cantidad hablaba por sí sola, los que querían irse eran mucho menos.
A pesar de estar asustados, parecía que la ambición de los otros era mucho más grande.
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—¿Q-qué haces? —Gi-Hun miró extrañado al otro cuando lo tomó en brazos.
—Tenemos que salir de aquí.
—Es muy riesgoso, está repleto de guardias allá afuera.
—Quedarnos aquí también es riesgoso.
Gi-Hun guardó silencio sabiendo que tenía razón, sin embargo, el hecho de salir también era peligroso, en pocas palabras, de las dos maneras corrían gran riesgo.
—Entiende, ellos buscarán en todo lados, necesito buscar una salida para salir contigo.
—Sí… entonces, puedes bajarme. —Gi-Hun miró hacia otro lado avergonzado.
—No —Young-il sonrió—, llevarte así es el objetivo, por el momento no podrás caminar bien.