Equipo Designación gigante

Cosas peligrosas

J por fin despertó

De su modo de sueño que se utiliza los drones para ahorrar energía y no depender de ninguna energía ya sea electricidad o aceite.

Pero esto ultimo J si lo necesita por ser una dron de desmontaje así que solo se levantó brevemente de la cama pero el pecho aún sintiendo calidez.

Como si aún pudiera sentir el abrazo que tuvo entre ella y el.

Un sentimiento hermoso y desconocido.

Pensó que dormir olvidaría las palabras de ese robot de sparring pero ya ve que se equivocó.

J apretó chaqueta en la parte de su corazón con más fuerza, como si pudiera arrancarse esa sensación con solo sujetarse el pecho.

Era molesto.

Era desesperante.

Era él.

Atom.

Ese pequeño robot de sparring, con su mirada de cielo abierto y su maldita paciencia. Con su estúpida manía de decir cosas que hacían tambalear su muro de indiferencia.

J gruñó por lo bajo y se dejó caer sobre la cama nuevamente, cubriéndose la cara con un brazo. Sus sistemas de homeostasis robótico estaban en buen funcionamiento pero su núcleo seguía latiendo con un ritmo irregular.

¿Por qué tenía que recordar sus palabras con tanta claridad?

"Si tú eres un desastre, entonces eres el desastre más hermoso que he visto, J..."

No.

"Y eres el único desastre en el cual quiero estar atrapado para toda mi vida."

No, no, no.

"Haz conmigo lo que quieras... si eso te hace ser feliz, yo lo cumpliré."

-¡Cállate! -susurró entre dientes, aunque Atom no estaba ahí para escucharla.

Su núcleo emitió un leve zumbido inestable. J se obligó a respirar hondo, intentando recuperar el control de sí misma.

No podía dejar que esto la afectara. No podía permitir que él la hiciera sentir... así. Tan cálida. Tan humana.

Pero entonces, la última frase cruzó su mente como un golpe directo a su sistema:

"Entonces... esperaré. No me voy a ir. Y si algún día quieres hablar, aquí estaré. No importa cuántas veces tengas que rechazarme."

J sintió su pecho apretarse con una mezcla de enojo y algo más que no quería nombrar.

-Idiota... -susurró, con los labios temblando apenas.

Y lo peor de todo era que, en el fondo, una parte de ella quería creerle.

No podía respirar.

Odiaba sentirse así.

Tan cálida y vulnerable.

Recuerdos le vino a su mente unos recuerdos bellos con su humana llamada Tessa Elliot.

Que por casualidades o destino se parece a Atom.

Esos ojos redondos tan emocionales que parece como si pudiera perderse en ellos por todo la eternidad, un mente llena de emociones reprimidas por sus circunstancias, un refugio cálido que tiene un carácter fuerte a su manera y una linda forma de vivir llena de aventuras que no tiene miedo a expresar lo que siente. Atom es el reflejo de Tessa y también es el reflejo de la humanidad de J que alguna vez pensó perder al completo.