El estadio estaba repleto. Miles de personas gritaban con entusiasmo mientras las banderas de Japón y Argentina ondeaban en las gradas. Era la final del Mundial Sub-20, el momento que todos habían estado esperando. El equipo japonés se encontraba en el túnel, preparados para salir al campo. Isagi respiraba profundamente, sintiendo la adrenalina recorrer su cuerpo. A su lado, Rin se ajustaba las vendas de las muñecas con una expresión fría y determinada.
Isagi: Rin, este es nuestro momento.
Rin: No hace falta que me lo recuerdes. Vamos a ganar.
Frente a ellos, el equipo argentino también se preparaba. Eran fuertes, rápidos y tácticamente impecables. Su capitán, Thiago Romero, un mediocampista con una visión excepcional, caminaba de un lado a otro con una confianza intimidante. A su lado, el delantero estrella de Argentina, Emiliano Vargas, se crujía los dedos con una sonrisa desafiante.
Thiago: (mirando a Emiliano) ¿Listo para destruirlos?
Emiliano: Siempre. Quiero ver la cara de esos japoneses cuando les metamos el primer gol.
Los jugadores salieron al campo, y el himno de cada país sonó con fuerza. Isagi miró hacia las gradas y vio a Anri y Akane, ambas observándolo con expresiones diferentes. Anri parecía nerviosa, mientras que Akane le sonreía con confianza.
Árbitro: ¡Capitanes, al centro!
Isagi y Thiago caminaron hasta el círculo central para el sorteo. Se estrecharon las manos, pero la tensión era palpable.
Thiago: Espero que estén listos para perder.
Isagi: No vine hasta aquí para eso.
El árbitro lanzó la moneda. Argentina ganó el saque inicial.
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El pitido inicial sonó, y Argentina comenzó con una ofensiva agresiva. Thiago distribuyó el balón con precisión, y en el minuto 10, Emiliano Vargas recibió un pase filtrado y superó a los defensores japoneses.
Emiliano: (gritando) ¡Este es mío!
Con un disparo potente, la pelota se clavó en el ángulo.
Relator: ¡GOOOOL DE ARGENTINA! Emiliano Vargas abre el marcador con una definición increíble. ¡Japón está en problemas!
Los jugadores argentinos celebraban, mientras Isagi apretaba los puños.
Bachira: (jadeando) Son más rápidos de lo que pensé.
Rin: No importa. Vamos a empatar.
Japón empezó a reorganizarse. Isagi y Rin se movían con precisión, pero la defensa argentina era sólida. Thiago Romero anticipaba cada jugada y cerraba los espacios.
En el minuto 30, Argentina aprovechó un error defensivo. Thiago robó el balón y lanzó un pase perfecto a Emiliano, quien definió con frialdad.
Relator: ¡SEGUNDO GOL DE ARGENTINA! Japón está contra las cuerdas.
El marcador era 2-0. En el banquillo japonés, Ego observaba con los brazos cruzados.
Ego: (serio) Si no despiertan ahora, van a perder esta final.
Isagi miró a sus compañeros y gritó con fuerza.
Isagi: ¡No hemos llegado hasta aquí para rendirnos!
Rin le lanzó una mirada afilada y asintió. Japón necesitaba un cambio de ritmo.
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El descanso llegó y Ego reunió al equipo en el vestuario.
Ego: ¿Cuál es su problema? ¿Se olvidaron de cómo jugar fútbol?
Rin: La defensa argentina es demasiado sólida.
Ego: (sonríe) Entonces destrúyanla. Isagi, este es tu momento.
Isagi sintió un escalofrío. Sabía lo que Ego quería decir: debía leer el campo mejor que nunca.
El segundo tiempo comenzó con un Japón completamente diferente. Isagi empezó a moverse con más libertad, encontrando huecos que antes no veía. En el minuto 55, Bachira hizo una jugada individual espectacular y filtró un pase para Isagi.
Bachira: ¡Tomá, Isagi!
Isagi no dudó y disparó con precisión.
Relator: ¡GOOOOL DE JAPÓN! ¡Isagi acorta la diferencia!
El marcador estaba 2-1, y la confianza de Japón aumentaba.
Thiago intentó recuperar el control del partido, pero Rin lo marcó de cerca.
Thiago: (frustrado) Maldito…
En el minuto 70, Rin interceptó un pase y lanzó un contragolpe. Con una combinación rápida entre él e Isagi, el balón llegó a Chigiri, quien usó su velocidad para dejar atrás a la defensa argentina.
Chigiri: ¡Este es mío!
Disparo cruzado, imparable.
Relator: ¡GOOOOL DE JAPÓN! ¡EMPATAN EL PARTIDO 2-2!
El estadio estalló en gritos. Argentina estaba en shock.
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Los últimos minutos fueron un caos. Japón y Argentina atacaban sin descanso. Thiago y Emiliano intentaron desequilibrar el partido, pero el arquero japonés hizo dos atajadas increíbles.
Minuto 89. Última jugada.
Isagi recibió un pase de Rin en el borde del área. Frente a él, Thiago y dos defensores argentinos.
Thiago: No vas a pasar.
Isagi sonrió.
Isagi: Lo veremos.
Con un giro inesperado, Isagi dejó atrás a Thiago y se posicionó para el disparo. Emiliano se lanzó para bloquear, pero era tarde.
El balón voló directo al ángulo.
Relator: ¡GOOOOOOL DE JAPÓN! ¡ISAGI ANOTA EL GOL DE LA VICTORIA!
El estadio enloqueció. Japón había remontado un 2-0 y ahora estaba 3-2 arriba en el último minuto.
Cuando el árbitro pitó el final del partido, Isagi cayó de rodillas, exhausto. Rin se acercó y le tendió la mano.
Rin: Lo hiciste, Isagi.
Isagi: (jadeando) Lo hicimos.
Japón era el nuevo campeón del mundo Sub-20.
Desde las gradas, Akane sonreía con orgullo. Isagi había cumplido su sueño, y ahora, todo el mundo conocía su nombre.
Continuará...

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anri x isagi
Romanceestá pareja me gusta mucho y intentaré hacer la mejor novela de ellos dos