XII- You should think about the consequence...

3 0 0
                                        

XII

You should think about the consequence of your magnetic field being a little too strong...

El olor a tostadas y huevos revueltos me despertó. Cuando abrí los ojos sentí el sol entrar de forma abrasiva a la habitación a través de las ventanas. Por un momento había olvidado donde me encontraba y tuve que volver a mirar el lugar confundida.

Cierto, estoy en el departamento de Ryder.

Mi cabeza me pesaba, culpaba a las copas de Champagne que me había tomado sola anoche.

Cuando abrí la puerta veo a un sonriente y ya vestido Ryder en la cocina.

— Buenos días, dormilona.

— ¿Qué hora es?

— Las 10:30.

Abrí mis ojos sorprendida. Años desde la última vez que había logrado dormir hasta pasadas las 10 de la mañana.

Me peiné el cabello con mis dedos, sintiéndome un desastre a su lado. Era la primera vez que lo veía vestido casual y lejos de esos trajes costosos que usaba en el trabajo. Vestía unos jeans oscuros, una camiseta blanca y encima de esta una camisa de franela roja con negro.

— Espero que te gusten los huevos porque he preparado mi especialidad. Toma asiento. ¿Té o café?

— Café para poder despertarme, por favor.

— ¿Cómo dormiste? —preguntó caminando de un lado a otro, dejando las tostadas y los huevos sobre la mesa.

— Bien. Esa cama es mejor que la que tengo yo en casa.

— Es mejor que la mía incluso. A veces me voy a dormir ahí —dijo mientras servía las dos tazas de café.

Sentir el sabor del café en esos momentos era lo único que necesitaba. Podía ser feliz con tan poco y eso me lo demostraba el café y las tostadas.

— ¿Resaca o algo?

— Resaca, sí. Un poco de molestia en la cabeza.

Chasqueó sus dedos y se levantó, volviendo a los pocos segundos con una pastilla en su mano y un vaso de jugo de naranja.

— Gracias. Me siento una inútil.

— No, para nada. Me gusta ser un buen anfitrión.

— El mejor hasta ahora. ¿Debo calificarte en Airbnb?

— Sí, si pudieras dejarme cinco estrellas y una reseña, Hoteles Bridges lo agradecería.

Eso justamente era algo que me agradaba mucho de Ryder. Tenía el mismo sentido de humor que yo y podríamos quedarnos horas tirando chistes sin sentido de una sola cosa. No entendía por qué la gente decía que era una persona insoportable, a mí me parecía lo más encantador y sin duda me llamaba mucho la atención poder conocer aún más.

— ¿Te gusta vivir solo?

— Me encanta.

— ¿Siempre has vivido solo?

— No. Hace dos años tuve una relación larga y viví con ella. Pero las cosas no salieron bien y terminé re-encantándome con la idea de ser una persona solitaria.

— ¿No te aburres o te sientes solo?

Me sentía como si estuviera entrevistándolo y creo que él también pensó lo mismo.

Le dio un sorbo a su café y carraspeó antes de responderme.

— No tengo mucho tiempo libre para alcanzar a aburrirme. Y creo que de alguna forma todos nos sentimos solos incluso estando acompañados. Solo que la gente no se toma el tiempo de reflexionar sobre sus emociones o pensar siquiera si es que están con alguien porque en verdad son felices o porque la idea de estar solos los aterroriza.

TWISTEDWhere stories live. Discover now