Unión Celestial (Chestappen)

Capítulo V

¿Qué significa confianza? La confianza es creer en que alguien será capaz de enfrentar determinadas cosas de una forma adecuada, pero...¿Realmente vale la pena confiar en todos?

¿Qué te aseguraba que no habría una traición? Exacto, nada.

En una sociedad tan corrompida, confiar en cualquiera era una decisión sumamente absurda. Nunca terminas de conocer a una persona como para poder asegurarte de que la traición no provendría de esta. Arriesgarse a creer en lo desconocido no es factible.

Sin embargo ahí estaba Zain, confiando plenamente en que Max vendría por el tarde o temprano.

Habían pasado dos semanas desde que el beta había sido secuestrado por la Bratva. Teniendo en cuenta que en una misión así cada minuto cuenta, dos semanas ya era bastante tiempo. El equipo de investigación de Max estaba sumamente alejado de la situación, no estaba ni cercas de encontrar a Zain si seguían atorados en el mismo enigma.

¿Cuanto más duraría aquel beta? Aquel silencio le iba a costar la vida.

—Marcos, ya sabes que hacer con el.

—¡En seguida, Vor!—Realizó una reverencia para despedirse y se llevó arrastrando a Zain.

Zain sabía que su muerte aún estaba lejos, unas cuantas heridas no eran nada a comparación de otras ocasiones en las que había sufrido lesiones más profundas. Parecer un saco de boxeo sonaba horrible, y lo era, pero ese no era el punto. Zain aún tenía todas sus extremidades —aunque no estuvieran intactas— pero bueno, algo era algo.

Después de cruzar varios pasillos Marcos llegó hasta una sala, introdujo un código e ingresó junto al chico que iba casi que arrastrándose hasta ahí. Se veía acabado, como un muerto viviente. Su apariencia era espantosa comparada a los primeros días en los que se veía más vivo, eso no era una buena señal para Marcos.

—Aquí tienes tu comida.—Dijo el beta tendiéndole un tazón con un tamaño y contenido considerable de comida, suficiente como para recobrar fuerzas sin excederse.

El moreno se mantuvo en silencio sin mostrar señales de querer comer pero tampoco de querer negarse a ello.

—Necesito ver que comas, son ordenes del Vor.

Este solo asintió y se dirigió al borde de un mueble cercano para sentarse y así consumir los alimentos que le habían proporcionados. El otro beta lo siguió hasta allá para mantenerlo vigilado, cuidando que todo estuviera siguiéndose bajo las órdenes de su superior.

—En un momento vendrá un médico a revisarte.—Le avisó sentándose en el suelo analizando al ajeno.

Los minutos pasaban y con ello el silencio entre esos dos iban aumentando, cada quien sumergido en sus propios pensamientos, perdidos en esa tranquila atmósfera que les brindaba paz y mucha serenidad.

Cada quien estaba sentado en un lado de aquella cama, ninguno hablaba. Compartían miradas, ninguna de ellas siendo accidentales.

—¡Marcos trae tu trasero hacia acá!—Un grito se escuchó a lo largo del pasillo, rompiendo la comodidad que se había generado hace unos instantes. Un muy molesto pero obediente Marcos se levantó y salió corriendo directo a la oficina donde se encontraba el dueño de aquella irritante voz.

—¿Qué se le ofrece al Vor?—Ingresó inclinándose ante el alfa mayor antes de ponerse recto como un soldado.

—¿Seguro que mandaste la carta a Verstappen?

—Afirmativo, el joven Russell fue el encargado de realizar esa tarea y se me fue informado que la carta a salido con éxito rumbo a la residencia donde se encuentra el señor Verstappen.