La tensión del ambiente era muy evidente, la paciencia de aquel alfa se estaba colmando poco a poco como si de un reloj de arena se tratara. Dentro de aquella habitación se encontraba Zain, el beta el cual había sido secuestrado hace una semana y media atrás.
Todos en esa habitación se encontraban tensos, ninguno se podía mirar a los ojos sin sentir que algo pasaría en cualquier momento.
Zain aún mantenía su postura, fiel a su jefe se mantuvo callado todos esos días que se había encontrado preso de su libertad.
—¡Ah pero si es un simple beta!—Exclamó gracioso.—¿Esto es lo que tiene como un loco a mi hijo?
—Vor, el joven se ha negado a hablar deed su llegada.—Explicó uno de los muchos guardias.
—¿Acaso este Beta es mudo?—Cuestionó el alfa mayor al ver que Zain no le prestaba atención.
—No Vor, no lo es.
—Como sea, lo haremos a mi modo y tu sabrás si cooperas o si prefieres que lo hagamos a la mala.—Caminó al rededor de la silla donde mantenían sujetado al pelinegro con varias cuerdas. Este mantenía su mirada al frente sin dejarse intimidar por aquellos hombres.
—Bien, te haré unas preguntas.—Tomó un respiro y continuó.—¿Qué trama Verstappen? ¿Cuál es su siguiente paso para perjudicarnos?
—...—Silencio, eso era la respuesta de Zain.
—Vamos, habla y todo esto se acabará más rápido.
—...—Más silencio.
—Bueno, al parecer vamos a usar mi otro método ¿no es así?—Agarró el mentón del moreno y lo obligó a mirarlo a los ojos, este sin pensarlo le escupió en la cara.
—¡Agh!—El alfa se estaba cubriendo su rostro, repugnado ante tal acción.
—¡Vor!—Un guardia se acercó a revisar que todo estuviera en orden.
—¡Tráiganme un maldito paño o algo!—Gritó asqueado mientras salía apurado de la habitación.
Unos pocos minutos después el hombre estaba devuelta, esta vez decidido a usar la violencia con tal de sacarle los planes de la boca a ese beta.
—Ya tuve suficiente. ¿No quieres colaborar? Esta bien, lo podemos hacer de otra manera.—Sin más soltó un golpe seco directo al rostro del pelinegro haciendo que su nariz iniciara a sangrar por el fuerte impacto.
—¿Satisfecho? Habla.—El beta se comenzó a reír descaradamente enfureciendo más al mayor.
Ahora ya no existía la comunicación, solo violencia y más violencia. Los golpes de escuchaban por toda la pieza a la que llamaban habitación, la sangre de Zain estaba embarrada por todos lados. ¿La mesa? Con sangre, ¿la silla? Con sangre, ¿el suelo? También con sangre.
Los nudillos del alfa estaban blancos de tanta presión que ejercía antes de soltar sus golpes, su rostro estaba cubierto de manchas de sangres del ajeno. Para Zain eso no era suficiente como para traicionar a Max, el habia jurado lealtad y cumpliría su promesa aún si eso le costaba la vida.
—Si que eres terco, ¿huh?—Lo dejo quieto en la silla, con su camiseta de botones llena de su propia sangre y algún otro fluido como sudor.
—¡No sé vale que te estés divirtiendo sin mi, también quiero intentar!—Se quejó el alfa menor ingresando a la habitación, ahora ambos hombres estaban viendo al beta con atención.
—¿Donde carajo estabas?—Reclamó el alfa mayor dándole la espalda a Zain para mirar a su hijo.
—Cálmate estaba ocupado. A parte no te incumbe lo que yo haga con mi vida.

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Unión Celestial (Chestappen)
FanfictionEl destino siempre tiene algo bajo la manga y para Max esta vez no sería la excepción ¿o sí?