—¿Qué haré contigo, huh?—El alfa se encontraba irritado, llevaba días esperando a que el Clan Verstappen hiciera algo para rescatar al beta o siquiera lo intentaran, sin embargo estos no daban señales de vida alguna.
No les parecía importar en lo absoluto la seguridad de uno de sus figuras más importantes. Zain no era cualquier empleado más ahí, el sabía muchas cosas y en cualquier momento podría revelarlas y con ello causar el fin o la caída de este bando cuyo líder ahora mismo era Max Verstappen.
Dentro de estos mundos oscuros confiar plenamente en alguien era una de las peores desiciones que podrías hacer, porque quien vivía confiado siempre moría traicionando en este lado sombrío de la vida a la que llamaban el mal. Nadie era el bueno en estos relatos, aquí jamas existía un héroe.
Así era esta realidad, cruel y despiadada. Hasta el más cercano a ti podía hacerte una mala jugada en cualquier momento. Podían acabar contigo sin necesidad de que tu te dieses cuenta, porque así funcionaban las cosas.
Ninguna persona busca vivir y disfrutar, todos quieren sobrevivir sin ser comidos por sus depredadores.
Incluso los depredadores jugaban un rol de presa cuando alguien con más poder se interponía en su camino, nadie estaba a salvo en este ciclo.
Aquí nadie venía a hacer amigos, cada quien veía por su cuenta. Todos buscaban hacer crecer su legado, su riqueza y claro su propio bando. Para la Bratva obviamente no era la excepción, ellos también buscaban expandir su poder y acabar con sus enemigos, quienes solo estorbaban en su misión por reinar esta ridículamente sociedad llena de vacíos sin llenar.
—¿Seguro que eres importante para tu jefe, Zain?—Lo cuestionó mirándolo de pies a cabeza, examinando todo a su paso, buscando alguna pizca de vulnerabilidad de parte del beta quien se encontraba en un gran silencio negándose a responder a cualquier pregunta que le hacía el hombre frente a el.
—¿No dirás nada?—El alfa era insistente pero aún así no lograba sacarle una sola palabra a Zain.
—Bien, supondré que lo quieres a la mala.—El hombre ya se estaba impacientando, no soportaba ser ignorado por sus reclusos. El debía ser temido no desoído.
—Creo que debe hacerle una pregunta primero si quiere una respuesta en concreto jefe...—Sugirió uno de los soldados del alfa. Era cultura general ¿no?
¿Qué respuestas esperaba el alfa si no hacía ninguna pregunta? Y así esperaba dominar este círculo social.
—Cierra el hocico Marcos, se perfectamente lo que hago. Solo estoy creando una conversación.—Azotó con fuerzas la mesa con fuerza haciendo al mueble tambalear varias veces. Bien, no iba a admitir sus errores ¿qué clase de superior sería?
—Marcos envía otra carta a Verstappen, asegúrate de que esta vez si lleguen a su destino.
—¡En seguida jefe!—Hizo una reverencia al alfa antes de marcharse.
(...)
Max había vuelto a la cocina para seguir con el desayuno que estaba en pausa debido a una pequeña complicación que habían tenido hace un momento.
Ambos habían aclarado sus dudas para así evitar alguna diferencia más que desatará otro desacuerdo, la mañana parecía fluir bastante mejor.
—¿Qué tal el desayuno? Hace mucho que no preparaba algo así.—El rubio había preparado unos panqueques para ambos. El castaño se veía más tranquilo ahora que habían establecido un momento para despejar otras dudas que tenían, estaba disfrutando al cien su desayuno con bastante chocolate.

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Unión Celestial (Chestappen)
FanfictionEl destino siempre tiene algo bajo la manga y para Max esta vez no sería la excepción ¿o sí?