AU donde gi-hun es el líder de los juegos e inho su mano derecha porque #inhosumiso y con pucha, jeje lo siento no lo siento
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Miró con atención a Gi-hun. No era frecuente que se quitara la máscara, pero cuando lo hacía, como en ese momento, sus piernas no podían evitar tambalearse.
Miraba con satisfacción la televisión, los juegos estaban llegando su clímax, el hombre parecía estar disfrutando del espectáculo.
Le gustaba ver esa sonrisa teñida de satisfacción dibujar su rostro, aquellos ojos oscuros y animales dilatarse ante el juego transmitido en su gran pantalla. Parecía tan serio, tan varonil, tan limpio.
No podía evitar querer derretirse bajo esa mirada opaca, sentir su dureza bombeando una oleada de calor a sus entrañas. Realmente deseaba a Gi-hun.
Sacude su cabeza ante ese pensamiento, no puede evitar que su rostro se enrojezca ante ese pensamiento.
─Los VIP están esperándote ─ dice, con suavidad recuperando la compostura, recibiendo un largo suspiro como respuesta. A veces Gi-hun actuaba como un mocoso, renegado y flojo a la hora de hacer sus deberes, e In-ho era el encargado de hacerlo entrar en razón y atender a sus obligaciones.
No le molestaba fungir ese papel, cree disfrutar un poco ver cómo el ceño del alfa se frunce como un cachorro.
─...Ellos pueden divertirse sin mí, no soy tan necesario ─ se queja, dejando caer su cabeza sobre el sofá en el que estaba recostado. El Omega rueda los ojos ante el gesto. Incluso con un puesto tan importante como lo es ser líder de esos juegos, Gi-hun nunca podría tomarse las cosas en serio. Y esa era la cosa que más amaba y odiaba de ese hombre.
─Mmmm... ¿Por favor?─ pide, esta vez con un tono meloso, puede ver cómo finalmente logra atrapar la mirada del más alto, que ahora parece brillar con interés.
─Tendrás que esforzarte un poco más esta vez, In-ho─ Gi-hun palmea su regazo en una invitación obscena. Su jefe siempre hacía lo mismo. Odiaba la manera en la que aquel formidable alfa lo seducía. Simplemente estaba enrollado entre sus dedos, dispuesto a obedecer cada orden, cada capricho, cada deseo que pudiera pasar por la mente del alfa.
Cuando salió de su trance ya estaba sobre las piernas del alfa, disfrutando de la habilidad de este mismo para colar sus manos bajo su uniforme.
─eres tan bueno para mí, cariño─ el alfa susurra contra su oído con una voz limpia y gruesa que tiene a las entrañas del omega hirviendo con deseo.
─Dejame ver tus tetas, In-ho...
─¿...Podrías dejar de ser tan desagradable?
La actitud del omega era sin duda alguna desafiante, pero a pesar de esa nota de rebeldía en su actitud, no dudó en levantar su uniforme y exponer su busto para su jefe.
Sus pechos aún tenían marcas y pequeñas mordidas de la última vez que Gi-hun quiso jugar con ellos. Estaba algo hinchado y sus pezones todavía estaban ligeramente irritados, erectos y rojos.
El alfa sonrió complacido, no dudó ni un segundo en hundir su rostro en la grasa de su pecho como un bebé, apretando sus senos, pellizcando, lamiendo, mordiendo y besando asegurándose de que In-ho no pudiera tener suficiente de esa sensación tan embriagadora que hormigeaba por todo su pecho y se concentraba en la punta de su pezón y hacía su estómago efervescer.
Cierra los ojos en cuanto siente las manos del alfa bajar sus pantalones hasta descubrir sus muslos pálidos.
Siente los dedos del alfa enrollarse contra la carne de su entrepierna. Las huellas de sus dedos se imprimen en su piel en un gesto puramente posesivo.
─Alfa...─ llama en un pequeño jadeo, sintiendo el interior de su muslo temblar cuando el hombre desliza sus bragas hacia un lado, dejando al descubierto su vulva, lo suficiente como para que pudiera hundir los dedos.
El Omega gimió, sus manos se apretaron contra los hombros del alfa como una forma de consuelo.
─Me tomas tan bien, In-ho. ─ dejó un beso en la parte blanda de su cuello antes de curvear sus dedos dentro del omega, con las puntas rozando una parte sensible, abriéndose paso en su agujero, sensible y húmedo ─. Lo estas haciendo genial...─ los elogios de aquel hombre hacían que su cuerpo temblara.
Ronroneó, complacido, asintiendo a cada una de las cosas que Gi-hun susurraba en sus oídos.
Los dígitos del alfa resbalan por su canal y golpean todos y cada uno de los nervios de su cuerpo que lo hacían sentir excitado.
Una bruma calurosa los envuelve, sus aromas se mezclaban en una fragancia deliciosa que averiaba aún más su química cerebral. Le gustaba, disfrutaba de sentir las manos de aquel hombre escalar por su cintura, la manera en la que lo miraba, como si In-ho encendiera un fuego en el alfa que solo el mismo podía apagar.
Repentinamente, el alfa retira sus dedos, dejando su coño momentáneamente vacío. Solloza ante la sensación de apretarse alrededor del aire mientras siente sus piernas tiritar ansiosas, no puede esperar a abrirse y recibir la polla de su alfa, de su señor.
Gi-hun lo sujeta de las caderas para levantarlo y alinearlo contra la dureza de su miembro. Mordió su labio deleitandose con la vista.
El coño hinchado de In-ho palpitando y chorreando sobre su polla, mientras el omega inconcientemente trataba de sacudir sus caderas para empalarse el mismo contra su longitud.
Es tan excitante, su omega es demasiado seductor, no puede hacer otra cosa más que ceder a los deseos primitivos de In-ho y dejarlo caer sobre su polla.
Puede ver sus ojos abrirse de par en par, sus largas pestañas humedecerse con lágrimas aguadas derramandose de sus ojos por culpa de la excitación y la sensación de mareo que presionaba su cabeza.
Gime ante la sofocante calidez del omega, acanalada y apretada. El cuerpo de In-ho se dobla debajo de su amante, sacudiendo sus caderas mientras rebota felizmente sobre su pene.
El alfa gruñe ante la velocidad de las embestidas, subiendo y bajando con rapidez mientras las falanges del hombre se enterraban profundamente en sus caderas mientras marcaba el compás.
In-ho lo toma al ras, calentando su polla tan bien. Sus testículos golpean su trasero en cada movimiento, provocando un ruido obsceno y vergonzosamente inconfundible a sexo.
Gime, ni siquiera es consciente de si mismo a en ese punto, completamente enfundado en la gruesa carne de su amante. Su polla se hace incluso más grande cuando está cerca, se retuerce en sus entrañas quienes lo aprietan sedientas y ansiosas por ordeñar toda su descarga. Incluso a pesar de lo inconsciente que se encuentra en ese momento puede sentir la forma en la que su punta se contrae cuando se corre.
Copiosas cantidades de semen llenan su agujero hasta el borde. Su omega gime satisfactoriamente ante la sensación de estar lleno, al lado de su alfa.
─Los patrocinadores... ─ dice, apenas la calima de oxitocina deja de nublar sus pensamientos. Puede ver al alfa apenas recuperando el aliento sonreír de lado.
─Ya voy, Ya voy─ se queja, el sonido metálico de la hebilla de su cinturón hace notorio que se está preparando para irse. Alcanza su máscara y antes de volver a colocarla se gira haca el omega para besar su frente.
─Estaré de vuelta... Enseguida─ dice, finalmente la máscara diseñada para moldearse perfectamente a sus facciones cubre su rostro como un manto oscuro.
Incluso si no le gustaba permanecer a solas en un estado tan vulnerable, sabía que el alfa volvería, para envolverlo en un abrazo y mimarlo como si fuera algo valioso.
La personalidad de Gi-hun era muy alegre, contrastaba en demasía con el ambiente en el que se tenía que desempeñar, pero estaría mintiendo si dijera que no amaba esa dualidad suya.
