Noah
El reflejo del espejo parece jugar conmigo, estoy segura de que ella también se está burlando de mí como aquellas chicas lo hicieron.
Lo peor de todo esto es que mi propia mente distorsiona todo mi cuerpo. ¿Mis ojos? ¿Mis labios? ¿Mis mejillas? Tal vez he subido de peso, ¿mis brazos? ¿Mi abdomen? Tal vez mis piernas…
Suspiro tocando mis mejillas, sé que si me dejo arrastrar por todo lo que han dicho no podré salir fácilmente, esta vez no conseguiré escapar de todas esas voces que dicen que cada parte de mi ser tiene un defecto.
Trato de hacerme un peinado diferente para ver si cambia algo, todo sigue igual. Cambio de ropa una y otra vez, todo sigue igual, nada cambia, sigo viendo defectos en mi cuerpo.
Miro todo el desastre de mi habitación, tengo que darme prisa si no quiero que me dejen, eso aparta mi momento de autoestima bajo.
La lista de cosas que debemos llevar es muy larga, nos iremos toda la semana, así que es comprensible.
Parece que llevo todo para mudarme a otra ciudad, al final dejo mi cabello suelto como siempre.
Me despido de mis padres, quienes me han dicho que tenga cuidado y que no haga nada malo, ya en el taxi vuelvo a suspirar.
Esperando que en ese suspiro se vayan todos los pensamientos que me dicen que no soy bonita.
*
—¡Noah! — casi caigo de espalda al recibir a Sofía entre mis brazos, sonrío dejando caer todas mis cosas.
Espero que nada se rompa. Aunque no hay cosas rompibles.
Se les nota la emoción a todos, hablando de cómo será el viaje y todo lo que haremos en esos cinco días. Y cerca del bus que seguramente nos llevará, está ella.
Sus lentes de sol cubren sus lindos ojos, solo viene con una camiseta negra ceñida a su cuerpo y unos shorts del mismo color, estoy más que segura de que cualquier cosa le queda más que bien.
—¡Esto va a ser tan divertido! — Sofía se aparta de mí, contagiándome su alegría — ¡Vamos! ¡Quiero la ventana!
—Vamos — me ayuda con mis bolsos.
—Hola chicas — Lucía saluda cuando llegamos cerca de ella, me quedo embobada mirándola, Sofía le responde con otro hola.
Lucía es tan linda.
—¡Noah! ¡Sofi! —Miguel nos da un abrazo corto.
—Miguel, profesora. — ojalá pudiera abrazarla.
Creo que comienza a ser frustrante no poder hacerlo.
Bueno, abstinencia Noah, al menos aprendemos a ser pacientes.
—Chicos, vayan subiendo sus cosas y elijan sus lugares. — no me he tomado el tiempo de ver el bus, se ve bien, muy moderno. — Te ayudo.
Lucía me quita mi bolso, ¿por qué es tan perfecta?
*
Sofía y yo nos sentamos juntas, creo que es la más emocionada. El alboroto no tarda en hacerse presente, rayos, ojalá hubiera traído auriculares.
El bus comienza el camino, Lucía está hasta adelante, en cambio Sofía y yo casi por el centro, sobran los asientos, así que algunos van solos, Lucía va al lado del pasillo del bus, evitando que alguien se siente junto a ella.
Lo admito, quiero estar con ella, tal vez más adelante con alguna excusa de preguntarle algo.
Rayos, debí haber nacido antes.

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Mi Ángel
Teen FictionNo crei que el amor me llegaría a los 24, mucho menos que era una niña de 17. ¿Problemas? Uno: es menor. Dos: es hija del pastor. Tres: a mi hermano le gusta. Cuatro: ¡es mi alumna! Y cinco: es una chica... Aunque lo último a mi no me importab...